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Cuba

AÑORANZA POR LA CONGA

AÑORANZA POR LA CONGA

Una corneta china suena de repente en la casa del vecino. Joder, parece una tenora catalana, me digo a mí mismo. A los 20 segundos se escucha una percusión, luego metales desarrollando un ritmo al que no puedo sustraerme. Me levanto de la cama justo cuando el solista me informa de que “Micaela se fue pa’ otra tierra buscando caminos”. De repente, un coro de voces completa la información. Y cuando menos lo esperaba, ¡ una sección de cuerda toma el protagonismo envolviendo la historia ¡ Y aquello iba in crescendo. Y yo, bailando sobre el lecho. Todo esto me sucedió en una tibia mañana de Diciembre de 2005. Hoy, cuando ya el tema está en boca de todo el Caribe, me alegra saber que aquel día llegué a mi trabajo diciendo: “Acabo de escuchar la canción más importante de los últimos tres años”.Desde hace más de seis meses, el tema “Añoranza por la conga” está arrasando en la isla del ritmo eterno. Su autor, el músico santiaguero Ricardo Leyva es, además director del grupo Sur Caribe, responsable de esa canción, la más interpretada hoy en las calles de Cuba por todo tipo de personas. No hay niño, joven, adulto o anciano (y en femenino también) que no sepan de memoria la breve y emotiva historia de esa cubana llamada Micaela.  Ricardo (Santiago de Cuba, 1959) fue desde chaval un prodigio musical, luchando contra un ambiente en el que, por paradójico que pueda parecer, no existían raíces artísticas. Estudió en la Academia Naval de La Habana donde, al fin, un maestro como Norman Milanés, director de la Banda de la Marina, se aviene a darle las primeras clases que continúa en el Conservatorio Ignacio Piñeiro, el del Septeto famoso. Al regresar a su tierra natal, Leyva ya tiene decidido su futuro, trabajando de forma durísima hasta conseguir ser Director del “Conjunto Sur Caribe” (1987) que hoy, discográficamente, es el rey del ritmo en estos cálidos parajes. Desde aquellos años no se ha detenido en su búsqueda de un territorio que no se hallara tan pisoteado como la llamada “salsa” (espantoso y vulgar término inventado en USA), experimentando con todo tipo de arreglos y sonoridades (“Con Tó’” en 2002, o “Caminando”, dos años después) hasta llegar a estas “Credenciales” (2005) en las que el carné de Micaela pasa de mano en mano tratando de adivinar su paradero.           Desde esas navidades del 2005, indagué todo lo que pude hasta dar con el disco, cosa que me supuso algunos quebraderos de cabeza que hoy doy por buenos. Lo que me atraía de esa “Añoranza por la conga” era algo más que el poderoso influjo del tempo, o los coros respondiendo al solista que narra la historia, sino los formidables arreglos de cuerda que ensamblaban con el resto de la banda de manera insólita. Qué trabajo tan exquisito, qué inteligencia musical y qué singular atrevimiento el de Leyva, señores.            Los habituales lectores de esta sección, en la que viven normalmente nombres dorados de la historia de la música popular o estilos musicales arraigados desde hace siglos, habrán alucinado en colores al leer el titular de esta reseña, pero viviendo en La Habana, digo yo que es más que comprensible que, por una vez, y para que sirva de precedente (porque voy a repetir), hable de algo tan reconfortante y sorprendente como esta canción que ya es un emblema nacional.  

En el festejo del 1º de Mayo en Santiago de Cuba, medio millón de asistentes, entre los que se encontraban autoridades del gobierno y de las Fuerzas Armadas, bailaron al compás de la “Añoranza...” celebrando el Día de los Trabajadores. Fue impresionante. Orgullo revolucionario, dignidad, solidaridad, patriotismo y desafío al asesino Bush, se palparon con tanta fuerza como la diversión y la alegría que se desplegaron en la villa desde bien entrada la madrugada.

 Ricardo Leyva y sus Credenciales han merecido decenas de comentarios en la prensa nacional, donde se han escrito cosas como esta:  “Vale destacar también las letras de las canciones incluidas en  "Credenciales" firmadas en su totalidad por Ricardo Leyva. Reafirmación de nuestra identidad, un fuerte sentimiento de pertenencia y añoranza por la ciudad de Santiago de Cuba o situaciones y personajes de la vida cotidiana tratados con gracia y desenfado, caracterizan esos textos que por momentos nos hacen recordar a otros creadores, que por demás admiran el trabajo de Leyva, dígase César "Pupy" Pedroso cuyas palabras de elogio están presentes en el disco, admirándose sobre todo de "la originalidad en las interpretaciones y orquestaciones". Y dígase Juan Formell y Los Van Van, pero esto no es de extrañar, ya Ricardo Leyva ha confesado en otras oportunidades la enorme influencia que este músico y la legendaria orquesta han ejercido sobre su labor creativa”. (Ileana Rodríguez) O este párrafo de Luis Ríos Vega en la revista “Tropicana”:  “La huella del tiempo marca la sonoridad de nuestra música, y esta presente en el desarrollo y las perspectiva de muchas de nuestras agrupaciones, de ahí que no resulte extraño que Ricardo Leyva entregue un producto que, si bien marca pautas, no se desentiende de nuestras raíces; lo comprobamos escuchando Mis credenciales, el nuevo disco de Sur Caribe, que nos coloca ante la capacidad integradora de un músico que fundiendo dos mundos sonoros, que siempre han buscado diferenciar (lo sinfónico y lo autóctono), hace que estos se descubran y complementen, dando como resultado un universo musical donde señorea un arte especial de fusionar sin traicionar valores. 

          Y como remate, estas palabras del propio autor, referidas a la conga, ese ritmo que yo creía perdido entre las mangas floridas de los Lecuona Cuban Boys, hace ya más de 50 años.

           “Primeramente, como músico diré que la conga es un fenómeno musical muy antiguo. Sabemos las vertientes que dieron como resultado la conga, que es anterior al son, y tiene una influencia africana muy fuerte. Una de las primeras razones por las que se dio a conocer fue porque la gente, los negros, podían disfrutar de los tambores caminando, o sea, sacaron los tambores de los barracones donde se hacían los rituales y los llevaron a la calle, y con marchas muy rítmicas empezaron a trasladarse de un lugar a otro de la ciudad, diciendo cosas en yoruba, en su lengua. Ese es el inicio. Ya por supuesto los años pasaron y las congas cambiaron, y es la que tenemos hoy, un género genuinamente cubano. La conga santiaguera es diferente, hay comparsas y congas, pero la santiaguera tiene elementos rítmicos que la distinguen como género, como estilo, como propuesta y manera de manifestarse. Yo nací en un barrio conguero. La conga para mí es una tribuna donde siempre he podido escuchar todo tipo de coros. La gente, al igual que yo, dice lo que quiere en la conga, está muy atada a celebraciones que se hacen todos los años en Santiago de Cuba. Recuerdo mis años de niñez y adolescencia, esperábamos los ensayos de las congas, las comparsas, los carnavales y, por supuesto, eso ha influido mucho en mí como persona. La conga es única para mí como medio de expresión. Las cosas que se hacen y se dicen en una conga solamente se pueden hacer en ella. Primeramente, es uno de los pocos géneros en que comienzas a bailar en un lugar y terminas en otro. Segundo, no hay reglas, tú puedes corear lo que tú quieras, el tema que quieras lo puedes abordar dentro de este marco musical. En los carnavales se olvidan un poco las rencillas. Cuando sale la conga la gente se olvida de todo, todo el mundo se pone a arrollar con su chancleta y su toalla. Eso para mí es la conga.   (Extraído de una entrevista de Mireya Castañeda en el periódico Granma Internacional) 

CUBA ES MÁS QUE UNA DEMOCRACIA

CUBA ES MÁS QUE UNA DEMOCRACIA

La democracia debe ser un comienzo, no un final, me recordaba Julio Anguita cuando aún era Secretario General del PCE, ante el espectáculo que formaban algunos diputados y miembros del gobierno y del parlamento español, cuando se les llenaba la boca con el sagrado vocablo, como si en verdad supieran su significado y España hubiera cruzado el Rubicón. Resultaba patético escuchar a un franquista como Fraga Iribarne o a un presunto socialista como Felipe González, dar lecciones sobre ella.

 

El transcurso del tiempo puso a cada uno en su sitio y hoy, aquella democracia por la que se combatió en la clandestinidad, pero por la que también se lucha en el siglo XXI (la Ley de Partidos que controla a esos colectivos es una aberración jurídica del tamaño de Europa, aprobada para callar la opinión de cientos de miles de ciudadanos desinformados), es solo una sombra, un esbozo de lo que debería haber sido para nosotros, los españoles.

 

Desde hace ya más de 28 años, una monarquía borbónica, impuesta por la dictadura, preside un país que imita el mal ejemplo de otras naciones, cuyos votantes no pueden participar en las cuestiones más fundamentales, ni tener un auténtico poder de decisión en delicados asuntos políticos (por ejemplo apoyar una invasión, el envío de tropas a Irak o al Líbano), si no es, a través de esos grupos de presión, dirigidos salvo honrosas excepciones, por un empresariado más que reaccionario, a los que se llama partidos políticos, cuyos militantes (o no) deciden, en nombre de millones de personas todo lo que esos ciudadanos no pueden evitar. Porque ¿decide el votante español el precio de la vivienda, de la gasolina, de la leche, de la fruta, la verdura, el teléfono, la luz, el agua? ¿Decide acaso quienes han de dirigir los colegios, las empresas, las agrupaciones, los institutos, las universidades? ¿Decide acaso qué personas deben formar las listas de un partido político?¿Sabe por qué se dispara el Euríbor, alimaña que destruye la frágil economía de una familia hipotecada treinta años? ¿Sabe por qué su salario siempre pierde valor ante el encarecimiento continuado de los bienes más elementales?.

 

En suma ¿cómo va a estar interesado el pueblo español en la política, cómo puede hablarse de democracia cuando es más cierto que en las últimas consultas efectuadas, no han ejercido su derecho al voto  ni  el 51 por ciento del electorado? Por suerte, hay naciones donde la palabra “partido” tiene un único significado: el pueblo. Todo el pueblo

 

En su trabajo “Nuestro Camino: Análisis del proceso de rectificación”, el filósofo, escritor y ensayista cubano Darío Machado*, escribió hace ya algunos años: "...No escapa a la sociología política el hecho irónico de que se nos exija a los cubanos fórmulas aparentemente democráticas, como el pluripartidismo, que hace tiempo no puede exhibir nada ejemplar respecto a ese tema".

 

Cuba encontró, tras el triunfo de la Revolución sobre la dictadura de Batista, su propio modelo de democracia, basado en un sistema económico y político cuyos fines debían ser, por encima de cualquier otra condición, la justicia, la plena soberanía y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, asegurando a la población su derecho inalienable a la educación, la sanidad, una vivienda digna, el acceso a la cultura y al deporte, además de garantizar la independencia del país, así como la identidad del pueblo cubano.

 Aunque muchas democracias basadas en el pluripartidismo, vigiladas por las grandes multinacionales, y que ya no puede exhibir nada ejemplar respecto a los derechos fundamentales del ser humano, dicen asegurar que han logrado las mismas o similares conquistas que en la isla, nada mas lejos de la realidad, por cuanto esos partidos políticos, cuyos principales cabecillas jamás se presentan ante sus conciudadanos sino en listas cerradas que la mayor parte de la población desconoce, se dedican a exhibir programas de acción política exterior e interior que nunca cumplirán, ofreciendo mítines en los que la mentira es el principal objetivo, ya que las promesas que se hacen a, los posibles votantes, nunca llegan a ser realidad, excepto en casos puntuales, como fue el gesto simbólico del presidente Zapatero, retirando las tropas de Irak, pero bendiciendo aquella invasión ilegal, aliándose finalmente, como toda la Comunidad Levinsky (o sea, la Europea), junto a un personaje de raíces tan fascistas como George W. Bush.  Hoy puede decidirse sin temor a engaño que en EEUU la censura, la vigilancia y espionaje de las personas, la delación, detenciones arbitrarias y ejecuciones sumarísimas, convierten al país en un inmenso campo de concentración, donde la participación política del ciudadano se limita de forma exclusiva a depositar un voto cada cuatro años. El éxito de esta formula es tal, que más de la mitad de la población rechaza ese derecho por considerarlo absolutamente inútil, al saber que uno u otro partido, republicano o demócrata, son prácticamente gemelos. Un bipartidismo exportado con éxito a Europa, que se mueve entre dos corrientes liberales, a cuál más radical, sin que el ciudadano tenga una real oportunidad de que su vida mejore. Ningún sistema que se diga democrático puede negar a sus ciudadanos el principal de sus derechos: una economía al servicio de la sociedad, que garantice así el resto de los derechos.  En Cuba, esta democracia se encarna en un verdadero socialismo, que no obstante los ataques y bloqueos, que han costado al país miles de millones de dólares, que han sido condenado decenas de ocasiones en la ONU, sin que EEUU haya cumplido jamás lo allá exigido, ha sabido llegar a unos niveles mínimos de subsistencia, siendo el primer país de Latinoamérica en esperanza de vida, el ultimo en índice de mortalidad infantil, el primero en erradicar absolutamente al analfabetismo (cosa que ni EEUU, ni España, han logrado aun), con un nivel de asistencia sanitaria que en USA deja fuera a más de 45 millones de personas, siendo en fin, un país que está por encima de muchas de las naciones del entorno, aunque se exhiban cifras falsas y engañosas como el producto interior bruto, el salario medio, etc.  Y es que la economía de mercado es incompatible con la verdadera democracia; con los verdaderos derechos humanos. Desde el final de la II Guerra Mundial, esas llamadas democracias pluripartidistas han tratado de destruir el socialismo, y lo han logrado, al menos en la llamada área soviética, mas no han conseguido desterrar el sistema político y social que China defiende con un éxito económico apabullante, aunque ciertos ortodoxos tilden de hipócrita e insostenible un sistema donde una doble economía ha elevado a la categoría de millonarios a algunos ciudadanos, mientras otros muchos siguen anclados en la pobreza. Aunque así fuera, China sigue desarrollando programas de un extraordinario calado político y social, para conseguir que, sobre todo la población campesina, tenga acceso a los bienes y avances de las sociedades urbanas. ¿Con qué derecho se exige a los demás lo que no se cumple en la propia casa?  Es obvio que los experimentos europeos no tienen nada que ofrecer a Cuba. El ejemplo de los Estados Unidos tampoco sirve, porque su régimen político machaca los derechos humanos de la gente, al discriminar a las minorías étnicas, estableciendo enormes desigualdades sociales, con un sistema electoral complicado, dominado por la propaganda y el dinero, en manos de las presiones de las clases más pudientes. Cuando se elige un presidente, es apenas por una cuarta parte de la población, ya que la abstención creciente demuestra el absoluto desinterés y al desencanto en la participación política. Más allá del pluripartidismo, se puede afirmar que la economía de mercado, el neoliberalismo salvaje, tuvieron ya su oportunidad en la historia cubana (Machado, Batista) y no resolvieron los grandes problemas sociales.  Una examen meticuloso del mundo hoy, permite que los cubanos hayan ganado en experiencia, viendo la parte positiva (insignificante) y la negativa (mucho mayor) de las sociedades contemporáneas de ese llamado primer mundo. En esta isla, donde casi el 95 por ciento de la población dispone de energía eléctrica, agua potable, sanidad, trabajo y educación, se puede afirmar también que un sistema “a la europea” suprimiría de un plumazo ese estado de cosas, abriendo una enorme zanja entre los ciudadanos, al establecer un sistema basado en el dominio de las clases sociales más elevadas, la diferenciación, la injusticia, la violencia policial, la censura, la vigilancia extrema, la delación y la desigualdad más rastrera. Ese no es el modelo que el cubano sueña. El suyo es manifiestamente mejorable, pero el ciudadano conoce perfectamente que el bloqueo asesino al que está sometido desde hace 45 años, impide un avance que no por veloz deja de ser constante. El período especial, que marcó a una generación entera, ha sido enterrado de forma definitiva, y las buenas relaciones con países como Venezuela, Bolivia o China, aseguran que las mejoras se reflejen a pie de calle, aunque, insisto, el transporte urbano o la vivienda en las grandes ciudades, sean todavía un grave problema a resolver. Pero miles de ciudadanos, de políticos, de verdaderos demócratas, trabajan por ello, a pesar de las ingentes dificultades de acceso a los materiales por culpa del embargo y el asedio constante que ejerce EEUU, chantajeando incluso a los países que mantienen relaciones comerciales con la isla. El proceso democrático cubano se ha desarrollado pues entre las agresiones constantes del imperialismo.  El objetivo de la democracia cubana es que todo ciudadano se sienta y se sepa pueblo, parte fundamental de la sociedad, en igualdad de condiciones y oportunidades. El ideal que persigue la democracia socialista cubana, no se puede basar en la fórmula para asignar a cada cual un sueldo que provenga de un mercado dirigido por manos privadas, promovido cansinamente por la publicidad y la mentira. La democracia socialista cubana no puede caer en la trampa de identificar la felicidad y el bienestar, con la sola posesión de recursos materiales. Aquí se aspira a ofrecer un consumo responsable, adecuado, que permita también crear las condiciones para asegurar un desarrollo más completo del ser humano, huyendo de la idea de elevar a la categoría de religión la tenencia de objetos innecesarios, ofrecidos como imprescindibles por medio de spots de televisión, anuncios en prensa y radio, concursos, etc., cuando lo verdaderamente necesario no se promociona o destaca. La democracia socialista exigió de una Revolución y de un tiempo para convertirse en lo que hoy es,  y la mejora continua manteniendo y desarrollando en la conciencia y la energía de los trabajadores. Con su unidad. En la sociedad cubana se ha desarrollado, al mismo tiempo, una cultura que permite a un número siempre mayor de ciudadanos, comprender que su vida de cada día y su participación en las tareas de la sociedad, son básicas para construir un estado en el que todos se sientan iguales en lo fundamental.  A guisa de mera información, ya que ningún medio escrito lo ha publicado jamás en España, ahí van las principales características del sistema político y electoral cubano: La Inscripción es universal, automática y gratuita de todos los ciudadanos con derecho al voto, a partir de los 16 años de edad. 2,  La postulación de los candidatos se efectúa directamente por los propios electores en asambleas públicas (en los países llamados democráticos son los partidos políticos los que nominan a los candidatos) 3. No hay campañas electorales discriminatorias, millonarias, ofensivas, difamatorias y manipuladas. 4.  Existe una total limpieza y transparencia en las elecciones.  Las urnas son custodiadas por niños y jóvenes pioneros, se sellan en presencia de la población, y el recuento de los votos se hace de manera pública, pudiendo participar la prensa nacional y extranjera, diplomáticos, turistas y todo el que lo desee. 5. Obligación de que todos los electos lo sean por mayoría.  El candidato sólo es electo si obtiene más del 50% de los votos válidos emitidos. Si este resultado no es alcanzado en la primera vuelta, irán a la segunda  los dos que más votos obtuvieron. 6. El voto es libre, igual y secreto.  Todos los ciudadanos cubanos tienen el derecho a elegir y ser elegidos.  Como no hay lista de partidos, se vota directamente por el candidato que se desee. 7.  Todos los órganos representativos del Poder del Estado son elegidos y renovables.8.  Todos los elegidos tienen que rendir cuenta de su actuación.9,  Todos los elegidos pueden ser revocados en cualquier momento de su mandato. Los diputados y delegados no son profesionales, por tanto no cobran salario. 11. En todos los procesos electorales que se han celebrado desde el año 1976, han participado más del 95% de los electores.  En las elecciones para diputados en 1998 votó un 98,35% de los electores, resultaron válidos el 94,98% de los votos emitidos, fueron anuladas el 1,66% de las boletas y depositadas en blanco sólo el 3,36%. 12. Los Diputados a la Asamblea Nacional (Parlamento) se eligen para un mandato de 5 años.   13.  La integración del Parlamento es representativa de los más disímiles sectores de la sociedad cubana. 14. Se elige un diputado por cada 20.000 habitantes, o fracción mayor de 10.000. Todos los territorios municipales están representados en la Asamblea Nacional, y el núcleo base del sistema, la circunscripción electoral, participa activamente en su composición. Cada municipio elige como mínimo dos diputados, y a partir de esa cifra, se eligen proporcionalmente tantos diputados como habitantes existan. El 50 % de los diputados tienen que ser delegados de las circunscripciones electorales, los cuales tienen que vivir en el territorio de la misma. 15. La Asamblea Nacional elige, de entre sus Diputados, al Consejo de Estado y al Presidente del mismo.  El Presidente del Consejo de Estado es Jefe de Estado y Jefe de Gobierno.  Ello quiere decir que el Jefe del Gobierno cubano tiene que someterse a dos procesos electorales:  primero tiene que ser electo como diputado por la población, por el voto libre, directo y secreto, y después por los demás diputados, también por medio del voto libre, directo y secreto. 16. Al ser la Asamblea Nacional el Órgano Supremo del Poder del Estado y estarle subordinada a ella las funciones legislativas, ejecutivas y judiciales, el Jefe de Estado y de Gobierno no puede disolverla. 17. La iniciativa legislativa es patrimonio de múltiples actores de la sociedad, no sólo de los diputados, del Tribunal Supremo y la Fiscalía, sino también de las organizaciones sindicales, estudiantiles, de mujeres, sociales y de los propios ciudadanos, requiriéndose en este caso que ejerciten la iniciativa legislativa 10 000 ciudadanos como mínimo que tengan la condición de electores. 18. Las leyes se someten al voto mayoritario de los Diputados.  Lo específico del método cubano es que una ley no se lleva a la discusión del Plenario hasta tanto, mediante consultas reiteradas a los diputados y teniendo en cuenta las propuestas que han hecho, quede claramente demostrado que existe el consentimiento mayoritario para su discusión y aprobación.  La aplicación de este concepto adquiere relevancia mayor cuando se trata de la participación de la población, conjuntamente con los diputados, en el análisis y discusión de asuntos estratégicos.  En esas ocasiones el Parlamento se traslada a los centros laborales, estudiantiles y campesinos, haciéndose realidad la democracia directa y participativa. 

Esta es en esencia la democracia cubana, el sistema que ha instituido, refrendado y apoya la inmensa mayoría de los cubanos. Sin embargo, no  pretende imponerlo a ningún otro país, no blasona de haber alcanzado un nivel de desarrollo democrático perfecto. La principal cualidad del sistema político cubano es su capacidad para el constante perfeccionamiento, en función de las necesidades planteadas para la realización de una participación plena, verdadera y sistemática del pueblo en la dirección  y el control de la sociedad, esencia de toda democracia. El Partido Comunista Cubano, que no puede presentar candidatos oficialmente, es el garante de la Revolución. La gente se expresa en él: lo nutre y alimenta con sus continuas propuestas y discusiones. Pero veamos, además, cómo se enfrenta la Revolución, o sea, el pueblo cubano, a los diferentes retos para solucionar la problemática de todos los sectores sociales.

 LA INFANCIA Y LA JUVENTUD  El Estado protege los derechos de la infancia mediante la Constitución de la República a través de los diferentes Códigos, Leyes y Decretos Leyes que de ella emanan. Entre éstos se encuentran, el Código de la Niñez y la Juventud, el Código de Familia, el Código Civil, y el Código Penal.  Cuba tiene un gran número de medidas legislativas, judiciales, administrativas y de otra índole relacionadas con los derechos del niño/a mediante las cuales se regulan los distintos aspectos relacionados con la maternidad, la paternidad y la filiación en general. Adscrita a la Asamblea Nacional del Poder Popular funciona con carácter permanente la “Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud, y la Igualdad de Derechos de la Mujer”,  la que en materia de protección desarrolla sus funciones auxiliando al Parlamento y al Consejo de Estado para una mejor atención de la infancia, la adolescencia y la mujer.Los derechos de las niñas y los niños cubanos son protegidos mediante el diseño, ejecución y evaluación de políticas sociales, programas y proyectos en las áreas de la salud, la educación, la seguridad social y otras, con la puesta en marcha de programas como el de Atención Materno-Infantil que incluye diversos objetivos y que para su desarrollo han adquirido la estructura de programas; entre ellos, el  Programa de Promoción de la Lactancia Materna, el de Reducción del Bajo Peso al nacer, el Desarrollo de la Perinatología,  Lucha contra las Enfermedades Diarreicas Agudas y las Infecciones Respiratorias Agudas, el Nacional de Inmunizaciones, el de Prevención y Diagnóstico Precoz de Enfermedades Genéticas, el  de Acción sobre los Accidentes en menores de 20 años, el de Maternidad y Paternidad Conscientes, el de Prevención y Control de los Síndromes Neurológicos Infecciosos y el Plan del Control del Seguimiento del Crecimiento del Menor de 5 años Cuba fue el primer país en firmar la Convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación  contra la Mujer y el segundo en ratificarla.  En 1996 cuando rindió su  informe el Comité de Expertos de la CEDAW (en español, Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer), fue reconocida la labor desarrollada en el país en pro de esos derechos humanos:a pesar de las circunstancias económicas y políticas en las que se encuentra el país desde 1989, como resultado de la escalada del bloqueo económico de los Estados Unidos de Norteamérica, lo cual ha tenido repercusiones serias sobre la situación de la mujer y la infancia y ha conducido al deterioro de la calidad de vida del pueblo. Sin embargo, Cuba no ha cesado en avanzar hacia el logro de la plena igualdad entre los sexos”. 

EDUCACIÓN

 El principio básico es el de la participación democrática de toda la sociedad en las tareas de la educación del pueblo. Este principio reconoce a la sociedad como una gran escuela, manifiesta el carácter democrático y popular de la educación cubana, se extiende no sólo a las diferentes zonas y regiones del país y a todas las capas de la población, sino también en el hecho trascendente de que el pueblo participa en la realización y control de la educación y en la garantía de su desarrollo. Luego de cuarenta años, Cuba dispone de un sistema escolar gratuito y de efectiva cobertura nacional 

SALUD Y ATENCIÓN MÉDICA

 En la etapa prerrevolucionaria, la atención médica y hospitalaria se caracterizaba por el predominio de servicios de carácter privado y mutualista. Esta modalidad en los servicios de salud impedía el acceso a las personas de más bajos ingresos, que contaban como única opción con las Casas de Socorro, que atendían principalmente los casos de urgencia. Las instalaciones y el personal médico radicaban fundamentalmente en la capital del país, donde se concentraba el 65% de los médicos y el 62% de las camas existentes. En las zonas rurales, prácticamente no existía atención médica y se contaba con un solo hospital rural. Desde el triunfo revolucionario se comenzó a trabajar por la creación del Sistema Nacional de Salud que llevó la acción del trabajador de la salud a los lugares más apartados. El sistema creado comenzó a realizar importantes reformas a partir de los años 60, como parte fundamental de las transformaciones del período revolucionario y en respuesta al respeto más absoluto de uno de los derechos humanos fundamentales de todo ciudadano. Hoy se puede afirmar, como así lo constatan diversos organismos internacionales dependientes de Naciones Unidas, que la atención médica en Cuba no es superada en ningún país de Latinoamérica, e incluso en los Estados Unidos de Norteamérica. 

CULTURA

 La constante preocupación de la Revolución por el desarrollo de la cultura, siguiendo el aserto de José MartíUn pueblo culto es un pueblo libre”, ha sido un pilar fundamental sobre el que ha descansado el desarrollo de la sociedad cubana en ese campo. Desde el 1961, a sólo dos años del triunfo del proceso revolucionario y como parte de una política diseñada y promovida por el Estado se llevó a cabo la Campaña de Alfabetización, que comenzó a cerrar la brecha entre ricos y pobres, entre cuidad y campo. A pesar de los significativos logros alcanzados en esta esfera, el país no obstante se enfrasca en una verdadera revolución cultural cuyo propósito fundamental es llevarla a todos sus ciudadanos, con la aspiración de lograr en ellos un desarrollo integral. Para el éxito de estas aspiraciones hay un conjunto imponente de instituciones, organismos, empresas o fundaciones, así como bienes e industrias culturales cuya relación sería tan prolija como impresionante por su variedad y eficacia. DERECHOS HUMANOS  En su campaña contra Cuba, Washington y la CE pretenden demostrar la incompatibilidad   del sistema político que establece la Constitución del país con algunas de las normas internacionalmente aceptadas en materia de democracia y derechos humanos, y fabricar    la imagen de una sociedad intolerante, que no permite la más mínima diversidad y pluralidad política. Para ello cuenta con poderosos instrumentos de propaganda y cuantiosos recursos que utiliza para el reclutamiento, organización y financiamiento de grupúsculos contrarrevolucionarios, que presenta como “oposición política”, tanto dentro como fuera del país. Pero ninguno de esos países abanderados de los derechos humanos osa pronunciar palabra cuando se le recuerda los millones de personas que en su territorio no disponen de lo mínimo (alimentación, educación, vivienda, trabajo y atención sanitaria). Cuba, sin embargo, ha logrado que más del 95% de sus ciudadanos puedan disponer de ellos en una medida digna, suficiente, pero que obliga al estado a continuar mejorándolos. Los mandatarios del llamado primer mundo se niegan a aceptar que los derechos humanos de los que hablan, no son sino los de los empresarios, en su afán por acaparar los bienes y riquezas del país, a través de organismos bancarios siempre en manos privadas. Un contrato de hecho entre un gobierno y un colectivo de personas influyentes y con un formidable poder económico, para el control absoluto de todas las industrias, desde la del armamento hasta la de los medios de comunicación. No puedo por menos, para terminar con la cuestión sobre si hay o no hay democracia en Cuba, que recordar unas excelente reflexiones de Marta Harnecker*, destacada psicóloga chilena, quien afirma que:  No debemos caer ni en el fetichismo del pluralismo, ni en el fetichismo del partido único. Hay tipos de pluripartidismo que son puramente formales. Eso ocurre cuando hay dos partidos diferentes con un programa muy similar, como es el caso de los partidos Republicano y Demócrata en los Estados Unidos. Pero esto no quiere decir que esto sea siempre así. Existen formas de pluripartidismo en que los diferentes partidos realmente reflejan distintos intereses de clase, como sucede en algunos países europeos. De igual modo, el partido único - que fue un instrumento valioso en algunos países socialistas - puede derivar, si de él se excluye el debate interno y toda forma de control popular sobre sus militantes (como sucedió en los países socialistas del Este), en una dictadura del partido. Allí, éste perdió su carácter instrumental para volverse un objetivo en sí mismo, desvinculado totalmente de las masas. Y ¿qué pensar del tan debatido tema del partido único en Cuba?. Lo primero que debemos tener en cuenta es la realidad histórico-social que existe en ese pequeño país, a 90 millas del imperio más poderoso del mundo, y qué estructura política e instrumentos de conducción ella requería para llevar adelante su lucha por la liberación nacional y por el socialismo”.  Y continuaba líneas adelante tras analizar el proceso revolucionario: “...¿Por qué hoy, cuando la dirección cubana sostiene que Fidel tiene el inmenso apoyo de la población, no se permite la creación de otros partidos? Estimo que la siguiente comparación puede ayudar a comprender el rechazo cubano al multipartidismo: ¿por qué fue tan importante para el futuro de Cuba desbaratar los planes que tenía el imperialismo con la invasión de Playa Girón?. Porque era fundamental impedir que se estableciese una cabeza de playa contrarrevolucionaria que permitiese instalar en territorio cubano un gobierno provisional que recibiría de inmediato todo el apoyo de los Estados Unidos para ir reconquistando, desde allí, el resto del territorio; de la misma manera, permitir la creación en Cuba de otros partidos políticos en estos momentos en que la correlación de fuerzas mundial es desfavorable al socialismo, significaría aceptar en territorio nacional una cabeza de playa política que serviría para que por ese canal penetrase toda la propaganda política y los recursos de la contrarrevolución instalada en Miami y del propio gobierno de los Estados Unidos. Sería un absurdo que después de cuarenta años de desarrollo independiente y soberano, los cubanos, en aras de satisfacer las demandas de algunos sectores autoproclamados "demócratas consecuentes", cedieran ese espacio a la contrarrevolución en forma gratuita. Sería una enorme ingenuidad política. La historia tiene bastante con la ingenuidad política de Gorbachov, que llevó al desastre al campo socialista, como para repetir ese error.” Qué duda cabe, y qué decepción para los agoreros de siempre, que Cuba haya encontrado una democracia que evoluciona de forma constante hacia la plena soberanía, Cuba es hoy más que una verdadera democracia, una sociedad única, ejemplar y sorprendente, que, incluso sin Fidel, seguirá su rumbo hacia ese futuro en el que se vislumbra un mundo mejor, posible, deseable e irrenunciable.   Nota.- Darío Machado nació en Sagua la Grande, Villa Clara, Cuba. Es investigador, miembro del Consejo Superior de Ciencias y titular de la Academia de Ciencias de Cuba, licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de la Habana; miembro de los consejos editoriales de las revistas teóricas Cuba Socialista y Contracorriente; integrante del Grupo de Expertos del Programa de Ciencia y Técnica de la Sociedad Cubana, Retos y Perspectivas; profesor titular adjunto del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, del Instituto Superior Adriana Corcho y de la Universidad de Ciencias Informáticas.Nota.- Tomado de La Página de Harnecker (Rebelión 19 de Mayo de 2002) “El Partido único en Cuba y la cuestión de la soberanía nacional”. Nacida en el seno de una familia alemana inmigrante que llego a Chile en los años cuarenta. Tras sus estudios universitarios, viaja a Cuba en 1960 donde queda impactada por la Revolución, hecho que marca su devenir profesional e intelectual, distanciándose de los movimientos católicos a los que pertenecía. Prosigue su carrera de sociología y sicología en Paris donde conoce al filósofo marxista Louis Althusser, su gran maestro. Regresa a Chile donde para pagarse los estudios tiene que trabajar como empleada en una librería. Publica “Los conceptos elementales del materialismo histórico”, de obligada lectura en institutos y universidades. Militó en el Partido Socialista apoyando al gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, pero tras el golpe fascista de Pinochet en 1973 se ve obligada a exiliarse a Cuba donde trabajó como periodista, profesora e intelectual hasta comienzos del siglo XXI. Actualmente reside en Caracas, donde trabaja para el gobierno de Hugo Chávez. . . .    

“Pijos” en La Habana

“Pijos” en La Habana Esta Habana de mi amor tiene de todo. Por no carecer, no le falta ni una de las raleas más protegidas en Europa, que buscan febrilmente la perpetuación de la especie; una tribu, eso sí, urbana y acomodada, que uno ha tenido que padecer en otros países como España, territorio comanche de donde viene el nombre científico con el que se conoce a esta clase de ciudadan@: pijo, o pija. Para el lector latino aclararé que con tal apelativo se define a un tipo de persona dotada de características similares al llamado moderno, al snob, al cursi (en su fase más terminal), que trata simiescamente de imitar a los habitantes del primer mundo, sobre todo en aquellos tics que consideren virtudes elementales para, en su día, llegar a formar parte de ansiada civilización estadounidense o europea.



Posee una cultura media, lo suficientemente ecléctica como para mantener dos minutos de charla sobre el pintor y cineasta Julian Schnabel, tres acerca del CD Encore de Eminem, cuatro sobre los últimos héroes del hip hop negro, o cinco alrededor de la última producción cinematográfica de Quentin Tarantino. Habla un mediocre inglés con lejano aire del Bronx y sonríe de lado enarcando la ceja izquierda. Aunque sea de noche lleva enormes gafas de sol y masca chicle. Luce tatuajes diversos, tiene su santo, lleva adornos varios, algo de oro auténtico y si me apuran, son capaces de bailar al compás del reggaetón.


Como es natural, esta clase de espécimen tiene sus propias características vitales, como salir a buscar alimento espiritual y material por la noche (hay entomólogos que opinan que son nictálopes, ya que su amanecer está marcado por la hora en la que los demás se levantan para ir al trabajo.); simulan un gozo orgásmico con toda la música foránea, menos con la que sus ancestros han legado a la historia; rehusan con gesto despectivo una conversación sobre asuntos políticos; rebuscan en las páginas de Internet todas las novedades de la cultura independiente estadounidense y/o europea; ironizan de manera despectiva acerca de los logros sociales de la Revolución y, cómo no, son fans absolutos de los filmes de Pedro Almodóvar.


Por otro lado, el compromiso laboral no suele hacerles gracia, tema que sustituyen por unas cuantas clases de peripato (la filosofía que prefieren es la de Aristóteles, pero en versión light), vegetando en casa de mamá o papá (a veces tienen la suerte de contar con madrastra o padrastro), que además alquilan habitaciones a turistas, con lo que el acceso al peso convertible (sustituto del dólar) está casi asegurado. Son, ante todo, seguidores de Epicuro. Y si algun@ trabaja, es, oh cielos, en el exquisito ámbito de las bellas artes, territorio en el que campan a sus anchas gracias a algunos amigos que ya están situados. Y así pasan las semanas, en espera de que llegue un millonario yanqui, un productor europeo, un marido rico o una esposa adinerada, que será su descubridor y mecenas. Porque, eso sí, se saben estrellas por descubrir. Y esa espera no crean que se hace en la parada de la guagua o en la cola del Copelia, no. Para eso también tienen muy buen ojo, ya que se suelen reunir en las grandes y lujosas mansiones de Miramar, Vedado o Siboney, pertenecientes a actores, actrices, cantantes y pintores renombrados, donde celebran partys y discotembas* en las que dan a entender que su liberación vendrá con la muerte de Fidel Castro, o la invasión del ejército de George W. Bush. Con ellos no valen ni Céspedes, Maceo, Martí o el Ché.


Pero su rostro se torna cómico cuando contemplan atónitos cómo un grupo musical cual es Ojos de Brujo (modernos, avanzados, locos por la fusión), muestra su rebeldía ante el Imperio con imágenes durísimas del tal Bush y sus desmanes, mientras interpretan una rumba electrónica con aire cubano. En esos momentos permanecen callados, ya que saben utilizar el silencio o guataquenr* mejor que los habituales lameculos del primer mundo, y se preguntan: ¿Cómo se puede ser moderno y al mismo tiempo comprender un sistema de gobierno como el cubano? Esto no es lo que opina Fernando Trueba, musitan entre ellos. Y cuando alguno de los componentes de una banda como Orishas es preguntado por Cuba, leen la respuesta con ojos de rana toro porque la contestación no es la esperada: “La gente tiene problemas cotidianos, pero más o menos está contenta”.


No creen en los contestatarios del primer mundo, pero sí en el descontento propio. E ignoran que en aquel, la mayor parte de los intelectuales se han rendido, y en este, sin embargo, muchos resisten. Iguales en la claudicación, l@s pij@s cuban@s y l@s intelectuales europe@s a sueldo son prim@s herman@s.


Lo más curioso de esta raza urbana es que cuanto más dinero manejan, más se sienten maltratados por la Revolución. Son jóvenes infortunados que no quisieron hacer una carrera universitaria, visten ropa de marca, van a clubs donde se paga en peso convertible, tienen carro, buena casa y no trabajan. No sienten en su carne el bloqueo. Ni les embarga la pena. Pero eso si, son las víctimas del socialismo. Qué pena me dan…



*Hacer la pelota, en argot cubano.
*En Cuba fiesta con música bailable de los años 70 y 80 del pasado siglo.


Una policía insólita

Una policía insólita Uno, que ya camina para viejo, estaba acostumbrado a la violencia de todo tipo, lo que no quiere decir que no me dolieran las bofetadas que recibí en las escuelas y colegios durante mis primeros años de vida, casi siempre a manos de profesores y “hermanos” (maristas, salesianos, jesuitas) muy católicos, muy defensores del orden (que no de la armonía), y muy fieles a los regímenes dictatoriales, convencidos de que la letra entra con sangre: la de la religión y la que obliga a pagar al banco cuando has solicitado un préstamo.





Esos golpes procedían de las mismas gentes que hoy dicen defender el derecho a la vida, cuando se trata de impedir el del aborto libre y gratuito; un amor que se hace aún más místico al apoyar sin reservas la reimplantación de la pena de muerte (aunque hoy no exista en la Constitución española), la cadena perpetua o el cumplimiento total de las penas impuestas por un juez, sin que pueda aplicarse al condenado la reducción del tiempo de encarcelamiento, por trabajo o buen comportamiento, o ser encerrado en la prisión más alejada del domicilio del recluso, y no en la más cercana como indica la ley. Esa veneración adquiere mayor espiritualidad, cuando consideran que las cárceles deben ser establecimientos donde el recluso pagará con creces las culpas por el daño infringido, pero sin que exista la posibilidad de que pueda ser recuperado para la sociedad.



A esas religiosas, cristianas y devotas personas, al parecer no les mueve la piedad o el perdón, sino la venganza, la saña, el rencor y el odio, que según los santos Evangelios es justo lo contrario de lo que Jesucristo (en quien dicen creer) enseñó en su vida pública. Son los mismos que niegan la posibilidad de la eutanasia, porque es preferible ver cómo sufre impotente un enfermo de tetraplejia, cáncer o parálisis cerebral.
No es por ello extraño que, ante la coyuntura de tener que apoyar las numerosas denuncias por torturas contra las fuerzas de seguridad de un estado como el español, esos enamorados del amor opten por negar la menor, descalificar documentaciones como las aportadas por determinados organismos internacionales, jueces, testigos o los propios afectados, y en suma, ironizar acerca de tamaño salvajismo alegando que “ellos mismos se autolesionan”, en clara y repugnante alusión a los torturados. Han sido decenas las ocasiones en que se ha demostrado la violencia, ampliamente ejercida por algunos miembros de la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Ertzaintza o los Mossos de Esquadra, e incluso son capaces de sonreír y murmurar: “Yo les habría dado aún más hostias”, refiriéndose a los miles de manifestantes que a lo largo de esa “transición y ejemplar democracia española”, fueron lacerados por pelotas de goma, porras, puños, piernas, culatas y balas. Así razonan los defensores de la vida, esos mismos que intentan denigrar a Cuba, país en el que lo más insólito es constatar la calma y el sosiego, cuando intervienen los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria, incluso en los momentos más delicados.


Lo primero que me llamó la atención en toda la isla fue la parsimonia y templado gesto de quienes lucen en sus uniformes ese emblema (PNR), por ejemplo, a la hora de pedir un carné de identidad. En esos quehaceres no suelen dirigirse al ciudadano en forma chulesca o imperativa, como acostumbran a hacer en cualquier nación de la llamada Europa civilizada, o con tres porrazos y tres insultos dedicados a la madre, como en los USA, México, Polonia, Honduras, Guatemala, Chequia, Colombia, Perú o Arabia Saudita, por citar a los agentes de algunos países donde los derechos del “sospechoso” no existen, ya en esos pagos cualquier ciudadano es culpable. mientras no se demuestre lo contrario. Siempre hay un Fraga que imponga su ley. Un Aznar en ciernes. Una mala bestia que confunda la fuerza de la palabra con la paliza o el disparo a quemarropa. Y es que da la enorme casualidad de que los policías cubanos han sido educados en otros mandatos, en otras leyes, que obligan a sus defensores (y ellos son parte fundamental de esa vanguardia revolucionaria) a respetar a sus conciudadanos, siguiendo el estricto mandato de la Constitución, texto que confiere a los habitantes de la isla el genuino título de hombre (mujer) libre, y por tanto exento, en principio, de toda sospecha. Eso sí es libertad. Caminar tranquilamente, sabiendo que ningún agente va a agredirme porque le da la real gana.


En nuestra Europa, tan culta ella, el ciudadano de a pie cree que es libre porque puede votar cada cuatro años, comprar una prensa del mismo signo pero de nombre diferente, o ver canales de televisión que muestran la misma manipulación sobre el acontecer diario. Heces de las más variadas gamas, pero controladas por el mismo esfínter. Y así va la gente por la calle, mirando hacia el suelo, con gesto de explorador sediento, perdido en el desierto, fruncido el ceño, preparado el rictus, dispuesto para el insulto inmediato en cuanto se encienda el semáforo y el que va delante no arranque en décimas de segundo. Tal vez por ello, en Madrid, París y Londres se escuche tanto aquello de “Vete a la mierda”, “Va-t’en merde”, o “Shit ¡”, que significan lo mismo en los tres idiomas. Aquí, en mi Cuba ejemplar, es rara la ocasión en la que decimos a un colega: “¡Vete p’al carajo!”, que por cierto es menos maloliente, o “¡Vete p’a la pinga!”, que sin duda es mucho más erótico. Por eso, también utilizamos, en referencia a quienes mienten empecinadamente acerca de la realidad cubana, un dicho que reza: “Ya están hablando mierda”. Nada más veraz.


En el aeropuerto de Miami, la policía local suele humillar sin problemas al turista que no vaya ataviado “con normalidad”, tenga la piel morena o cetrina, se llame Emilio, Mohamed, Chung o lleve una botella de ron cubano, ya que los agentes de Bush (de toda la familia) tienen patente de corso para propinar una paliza a quien sea, como a ese bailarín español llamado José Canales, sin que hasta ahora se haya adoptado ninguna medida disciplinaria contra el culpable. El pobrecito danzarín volvió a España con una mano de hostias en todo su cuerpo serrano, y ningún miembro del gobierno (Ministerio de Asuntos Exteriores o Cultura) osó formular siquiera una discreta reclamación o protesta ante las autoridades de USA. ¿Se imaginan lo que la prensa mundial habría dicho, de haberse producido el incidente en el aeropuerto José Martí de La Habana? ¿Se imaginan la crónica en el New York Times, Le Figaro, El País, El Mundo, La Razón y demás periódicos al servicio, no de la deontología y la veracidad, sino de unos cuantos empresarios multimillonarios? Y todo ello, en primera plana. Pero la realidad, es que la tunda que recibió Canales se publicó en las páginas de sucesos, en letra pequeña, discretamente, tal vez porque Los Polancos del mundo no deseaban herir la susceptibilidad de los agentes que molieron a golpes al cándido José. Y todo, porque hacía diez años le habían atrapado con una china de hachís en otro aeropuerto usamericano. Del inocente porro, al brutal porrazo.


Los soldados de Bush, Blair o Prodi (antes Berlusconi), son siempre inocentes, aunque torturen y asesinen a familias enteras, sea en Irak, Afganistán o Bollullos del Condado. Todas las policías del mundo tienen libertad plena para golpear a los ciudadanos en la calle, en su casa o en la cafetería. Se saben protegidos por el gobierno, y lo que es peor, por casi todas las cadenas de TV, diarios, radios y páginas web más populares y conocidas del orbe.


Por suerte, hay una excepción a ese comportamiento tan habitual en el primer mundo. Está en un país inscrito económicamente en el tercero, pero medalla de oro en lo cultural, sanitario y educacional. En Cuba, tenemos una policía que es querida, respetada, pero jamás temida. Una policía que a su vez respeta de forma exquisita al ciudadano. Una policía insólita.










Tarde de agosto en La Habana

Tarde de agosto en La Habana

José Manuel Martín-Medem, ex.corresponsal de RTVE en La Habana hasta hace un año, acostumbraba a ser bastante objetivo en el tratamiento que daba sobre los temas de los que siempre se habla cuando hay que tener a la Perla del Caribe como protagonista. Fue un periodista exquisito, delicado, riguroso y muy profesional. Pero ya me explicará algún día mi amable colega, cómo puede mantener cierta amistad con un delincuente como Raúl Rivero, a no ser que lo tenga como pareja del dominó, ciencia en la que, mira por dónde, no sobresalió jamás ninguno de los dos. Porque a ese paso acaba jugando con Bush, a menos que lo haga para tener la satisfacción de ahorcarle...incluso el nueve doble.








Ya se sabe que, por órdenes de algún reyezuelo (o de Felipe González, o Alfonso Guerra, que prohibió mi presencia en un telediario, o el connotado delincuente José Barrionuevo, o tal vez su dilecto amigo Corcuera, o el mediocre Diego Carcedo, o la mamporrera Maria Antonia Iglesias, o el “progresista” Fernando González Delgado, todos en alguna etapa con cierto poder en el Ente Público), los temas de los que se debe hablar respecto de Cuba son: repetir la palabra dictadura, informar sobre una inexistente desnutrición, destacar un disimulado descontento general, exagerar temas como la prostitucion, etc.

Curioso, porque desde que vine a la isla en 1980, he comprobado que en Cuba hay más participación ciudadana en los asuntos políticos que en los españoles en los últimos setenta años; la alimentación es justa, tal vez poco variada, pero cumple los mínimos exigidos por los organismos internacionales que se ocupan del tema, la gente se distingue por su jolgorio y sonrisa perenne, lo que contrasta con el término descontento, y si en la Habana existen centenares de mujeres que utilizan su cuerpo como medio para obtener dinero, en Madrid existen veintidós mil quinientas prostitutas repartidas entre clubes, centros de masaje, discotecas, hoteles, pisos particulares, parques, paseos, calles céntricas y alrededores (informe del ayuntamiento de 2003), sin contar las amateurs. Por ello, estamos ante un cuadro de hipocresía tan ridículo que causa vergüenza ajena seguir argumentando. En el caso de los periodistas españoles (de la inmensa mayoría) no vale el refrán aquel que hablaba de la viga en el ojo propio y la paja en el ajeno, o al menos, siguiendo con el ojo, el otro que decía: “Si tu ojo se escandaliza, arráncatelo”. Qué pena que no haya ninguno tan cristiano como para seguir la máxima. Ni siquiera Jiménez Losantos se anima a ello, y eso que trabaja para los obispos franquistas.

Parece ser que Vicente Botín, el actual enviado de TVE en la Habana, amigo y compañero de quien firma estas líneas allá en la infancia y ex militante del PCE (juntos entrevistamos a Carrillo en la clandestinidad), está recibiendo todo tipo de mensajes en los que el personal protesta airadamente por sus crónicas habaneras. Estoy convencido de que es un periodista nato, experimentado y honesto, aunque no he visto aún el tratamiento que da a la situación actual en la isla, pero supongo que, por encima de su posible y voluntariosa objetividad, parece muy probable que, tras esas crónicas, se hallen agazapadas las órdenes más rigurosas de palo y tentetieso a los castristas”, además de la censura más vil y rastrera que uno puede imaginar. Censura que aún ejercen y ejercieron esos demócratas del PSOE, desde que FG se alzó con la presidencia, instalando en España el régimen más mediocre, casposo y paleto que uno haya sufrido hasta la llegada del asesino Aznar.

En 1982, desde los pasillos de RTVE salieron “sociatas” como por ensalmo, aunque su origen era la Falange Española y la Sección Femenina (Sotillos, González Delgado, Iglesias), que decidieron hacer de la casa sita en Prado del Rey, un predio, precisamente, sólo para hacer informativamente lo que mandara un Rey, a quien solían acudir con cierta frecuencia para recabar su sabia opinión acerca de cómo tratar a los cabecillas del 23-F o como eludir de forma inteligente que en RTVE no se hablara mal de Franco. Y se prometió y cumplió hasta que yo mismo armé la marimorena en un programa nocturno, riéndome del Caudillo y su Valle de Los Caídos. Lo que ocurre es que al día siguiente, como en el caso de Las Vulpess, el que cayó una vez más fue el que firma este articulo y no el monumento a la bestialidad que significa esa basílica donde huele a crimen, sangre inocente y barbarie. Cosas de la democracia y la libertad de expresión, que durante el mandato del PSOE se conocía como libertad de opresión.

Hay que comprender el miedo de los corresponsales, hay que entender su temor a perder, más que su puesto profesional, el salario mensual con el que abonan la hipoteca. O como decía Eduardo Galeano: “Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo. Los que no trabajan tienen miedo a no encontrar nunca trabajo…”. Pienso, que en una televisión, en una radio, en un diario libre e independiente, quienes tienen la obligación de hablar sobre Cuba, deberían referirse también, y sin manipulaciones, a otros asuntos de más calado, como es el de la educación, el deporte, la sanidad, la vivienda, la alegría dentro de la necesidad, el infame bloqueo asesino que impone el gobierno USA desde hace casi medio siglo, las continuas amenazas de los terroristas como Posada Carriles u Orlando Bosch, y otros asuntos de importancia capital.

Pero los esclavos de los medios de comunicación han de escribir lo que el Jefe de Informativos haya decidido, que es a su vez el vocero del ministro de turno, que viene de recibir ordenes de Zapatero, quien acaba de llegar a la Moncloa de consultar con un señor muy importante sobre cómo se trata el tema de Cuba y de Fidel Castro.

Los corresponsales ponen cara de póquer cuando se les pregunta por aquellos, como José Maria Aznar y su cuadrilla de franquistas asesinos, o esa atlantista del PSOE tan corajuda como Trinidad Jiménez, que visitan sonrientes a la Mafia Terrorista de Miami, que es lo mismo que decir cualquier organismo, privado o publico, financiado por los Mas Canosa y Díaz Balart de turno. Por cierto, esta Trinidad es inenarrable en sus proyectos. Y es que la líder de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid, en el colmo de las fantasías animadas de ayer y de hoy, va y le encarga a Rosa León (que aspira a ser algún día Concejala de Cultura), productora y autora de canciones infantiles, que, de ganar el PSOE las próximas elecciones municipales, se llevarían espectáculos operísticos al Pozo del Tío Raimundo, un barrio donde la pobreza, la droga, la violencia y el paro se ceban en sus sufridos habitantes, que impotentes escuchan hablar de democracia todos los días, cuando en verdad lo que la pequeña pantalla escupe únicamente es mediocridad y chismorreo. Ya me figuro a los desheredados de La Celsa, o de cualquiera de los suburbios marginales de ese castigado Madrid, huir como alma que lleva el diablo ante la amenaza que para ellos pueden suponer “El Buque Fantasma”, “El Anillo de los Nibelungos” o “Lohengrin”. Sin saberlo, al escuchar tan formidables obras bien pudieran sentir, como Woody Allen afirmaba, “deseos irrefrenables de invadir Polonia”. Ahí es nada el populismo estúpido de la oposición a Esperanza Aguirre: cultura a toneladas, con C mayúscula, para los pobres de la tierra, mucho antes de que puedan disfrutar de una vivienda digna, un trabajo, un salario, una sanidad, educación y una alimentación. Como se ha hecho en la mayor de las Antillas. Ante todo, los primordiales derechos humanos, y luego cultura a borbotones. Como afirmaba Juvenal, en Cuba se hace realidad aquello de Orandum est ut sit mens sana in corpore sano (Hay que pedir que haya una mente sana en un cuerpo sano).

Y ya, dejémonos de estupideces: una sociedad tan culta como la cubana no resistiría impasible una dictadura. Justo lo contrario de la España de Franco, en la que se asesinó a la cultura para que ordenaran los analfabetos. Y aún existen resabios, muchos, de aquella lamentable época que ZP y sus Pusilánimes se niegan a abandonar. Franco continúa dentro de sus leyes... y de sus reyes. No ha valido eso de: Españoles, la guerra ha terminado. Borbón, y cuenta nueva.


Pobres de los españoles, hipnotizados ante esa pantalla por la que se vomitan toda suerte de mentiras acerca del acontecer en el mundo, siempre tamizadas por un profesional de turno que hace las veces de esbirro principal de los Servicios Informativos, donde tan buenos profesionales trabajan calladamente hasta que un E.R.E. (Expediente de Regulación de Empleo) les manda a la calle. Yo tuve la suerte de encontrarme con un gnomo que me avisó hace años de las tropelías que se avecinaban, y salí de aquella casa con la conciencia tranquila y el estigma de rebelde impenitente colgado como escapulario. Y me vine a Cuba, a aprender democracia, dignidad, alegría ante las dificultades, bondad y solidaridad. Soy un comodón y un cobarde, me digo a veces cuando salgo al trabajo caminando por las calles de La Habana. Tenía que haberme quedado en Madrid para seguir luchando contra la caspa.


No soy buen alumno, porque vengo de un país donde el PSOE destrozó las ilusiones de la izquierda, enterró la memoria de las victimas del levantamiento fascista de 1936, enalteció a los asesinos que jalean la Victoria del Caudillo, hundió las utopías, las playas, los adoquines y todo ello, sin que el rubor les subiera a las mejillas, apoyados por medios de comunicación tan potentes, que pueden comprar las conciencias de firmas de cierto renombre en el periodismo y la literatura, por 3.000 euros al mes, y luego utilizar sus razonamientos como pretexto para las más diversas añagazas: defender las matanzas del ejército israelí contra palestinos y libaneses, sirios, jordanos o lo que les venga en gana, comprender a Bush cuando asesina a miles de iraquíes, alentar a quienes atacan a Fidel, a Chávez, a Morales, a todo aquel que se enfrente al Imperio y su concepción global de “Democracia a bombazo limpio”.

En estas tranquilas tardes de agosto, mientras ese hombre ejemplar llamado Fidel Castro se recupera de la intervención, con el pueblo cubano hecho una piña en torno a sus líderes, prometo poner mucha atención en los próximos meses para merecer un aprobado en la asignatura más importante que me ha tocado nunca: defender hasta el final esta Revolución. Una sociedad que me ha enseñado, ante todo, democracia, compañerismo, amistad, solidaridad, afecto, magnanimidad y ¿por qué no?... a cocinar unos frijoles de la rehostia.






Carta a los amigos de Cuba

Carta a los amigos de Cuba Queridos compañeros:

Al objeto de compensar la desinformación, manipulación y rumorología de todo tipo que impera en la llamada "prensa libre", paso con estas breves líneas, a narrar la verdadera situación en la isla, tras la operación que ha sufrido el Jefe del Estado cubano, Fidel Castro Ruz,
A grandes rasgos, el común denominador en Cuba es la tranquilidad, la serenidad, amén de una cierta y logica preocupacion sobre la salud del líder de la Revolución, que desgraciadamente hoy está quebrantada, como lo fue tras la lipotimia que sufrio en el 2001 en el barrio habanero del Cotorro, el posterior accidente en Villa Clara que le supuso varias fracturas, y ahora esto. Pero el ciudadano cubano, aunque sabe que Fidel no volverá a ser el mismo de hace diez años, conoce tambien que los mecanismos de la Constitucion han funcionado perfectamente. Que su Revolucion (la nuestra) permanecerá como ejemplo a seguir en el continente latinoamericano.

La TV, la radio y la prensa han informado con prontitud, transparencia y sin las habituales repeticiones de los medios occidentales cuando un mandatario sufre tan importante operación quirúrgica, que el propio Fidel, por medio de otro mensaje lanzado hoy a su pueblo, definía como "secreto de estado", pidiendo comprensión por esa medida, diseñada para que los halcones mafiosos de Miami y los medios de propaganda yanqui no se aprovechen de la situación. El Comandante afirmó, en el comunicado que se dio a conocer en la Mesa Redonda de hoy, que se recupera lentamente y que precisará de muchas semanas (se dice que un minimo de tres meses) para comenzar a hacer una vida mas activa.
 
Por cierto que en el programa de la TV cubana se emitieron ltambién imágenes de los fastos y juergas varias que protagonizaron algunos miembros de la gusanera de Miami, incluyendo entrevistas en las que llegaban a decir que "rezaban por la muerte de Fidel", lo que provocó el rechazo inmediato de las personas que veian el espacio, asi como la indignación de la audiencia. La catadura moral de esos cubanos pro-Bush, ha quedado al descubierto, aunque bien es cierto que se ha recalcado que el número de asistentes al jolgorio miamense es ridiculo comparado con los 700.000 habitantes de origen cubano que residen en Florida. Y, por fortuna, miles de ellos no practican el odio como método para arreglar el mundo.

Los medicos guardan un absoluto mutismo sobre la naturaleza de la intervención, ya que es el propio afectado quien traslada lo que los doctores le dicen, pero, insisto, el ambiente en los centros de trabajo, en las calles, es de absoluta serenidad. A ello contribuye la normalidad en la programacion de TV, que sigue con su ciclo veraniego de peliculas, novelas, concursos, música, etc. No ha habido ningun aumento de policías en la calle, ni se nota nada fuera de lo normal. El estado de salud del lider no ha alterado la cotidianedad en la vida ciudanana (excepto en los primeros minutos tras la lectura del primer comunicado, donde hubo un lógico nerviosismo) y la tranquilidad de los habitantes de la isla es, repito, sorprendentemente absoluta. Los mercados siguen abiertos, sin aglomeraciones de ningún tipo, las tiendas continuan atendiendo a sus clientes, las discotecas estan abiertas, los turistas pasean tranquilamente y se sorprenden de ese ambiente de paz y sosiego. 

El cubano ha comprobado que la Revolución sigue adelante, se sabe protegido por Raúl Castro, su nuevo Comandante en Jefe, por sus ministros y miembros del partido y por las Fuerzas Armadas. Un detalle simpatico es que los creyentes rezan por su lider y confiesan que Dios le va a dar a Fidel veinte años mas de vida.

En resumen, no habrá muchos más comunicados oficiales sobre la salud de Fidel, que segun él mismo se recupera muy lentamente;  los mecanismos y organismos del estado han funcionado de manera coordinada y perfecta, y la poblacion, aunque preocupada, continua su vida habitual, marcada en Agosto, como es natural, por las vacaciones, la playa, el sol, el mar y la relajación.

Desde La Habana, un abrazo a todos los amigos de ese mundo mejor, que es más que posible.

Carlos Tena