LA DEONTOLOGÍA PERIODÍSTICA SE HA METIDO PUTA EN ESPAÑA
“España es una deformación grotesca de la civilización europea” .
(Ramón María del Valle Inclán)
España, esa tierra donde conviven juntos y revueltos catalanes, vascos, gallegos, andaluces, castellanos y demás, es hoy un país virtualmente desintegrado en el que, tras cuarenta años de sangrienta dictadura y veintisiete de cachondeo democrático, los franquistas siguen mandando y repartiendo su venganza, coronada en un descendiente de los Borbones, cuya presencia es un insulto perenne a las gentes que creen realmente en el valor de un sistema en el que sea el pueblo quien ordene y mande.
Eso que llaman España no es hoy sino un territorio en el que el ciudadano de a pie no está libre de toda sospecha, sino que más bien camina cabizbajo cuando divisa a un agente del desorden, siempre dispuesto a ejercer democráticamente su derecho a repartir hostias e insultos a cualquier ser humano que le parezca sospechoso. Y para ello, rinden pleitesía a quienes utilizan el poder político y judicial para defender la parcialidad, la democracia vigilada, el poder del dinero, la impunidad de los banqueros, estafadores y corruptos de todo tipo. Son los que utilizan los medios de comunicación para insultar a la inteligencia, denigrando a otras naciones en las que afortunadamente la prensa, la radio y la televisión públicas, combaten contra esa pléyade de millonarios que dominan cadenas y diarios, emisoras y páginas web tratando de imponer una verdad defendida desde la riqueza personal.
Son los mismos que aplaudían en la Plaza de Oriente, solo que ahora militan en partidos políticos de corte liberal, como el PP o el PSOE. Se les llena la boca de palabras y conceptos cuyo significado está en las antípodas de aquello que pretenden insinuar.
Hablan de democracia y pactan con la dictadura de George Bush. Condenan el terrorismo pero comprenden a Luis Posada Carriles.
Elogian a Zapatero por la aparente valentía ante el llamado proceso de paz, pero al tiempo desean que todo el movimiento de liberación del pueblo vasco se humille y pida perdón, mientras las miles y miles de víctimas del franquismo aguardan la condena de quien los torturó y asesinó impunemente.
Elevan la voz cuando piden respeto a las urnas, pero utilizan todo tipo de términos peyorativos cuando el que gana resulta que no es el que se esperaba, sino un populista de izquierdas, que vigila las cuentas y recorta los impresionantes beneficios de los dueños de todos los bienes del país, cantando “Se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó parar”-
Llaman asesino a Sadam Hussein y sonríen ante la condena a muerte para el ex mandatario iraquí, pero solicitan comprensión para Pinochet, Videla y Bush,
Vigilan de lejos las urnas en México, pero lo hacen con lupa en las de Venezuela. Callan vergonzosamente ante la trampa de Fox y su pandilla de cuatreros, mientras jalean a golpistas como Rosales “El Atila de Zulia”.
La doble moral es lo suyo, El triple y cuádruple rasero es su forma de interpretar la realidad cotidiana. Buenas palabras en Ecuador para Noboa y descalificaciones y sospechas para Correa.
Viajan a Bolivia para defender el derecho empresarial de las multinacionales y enseñan su carné de socialistas, en tanto Evo Morales no entiende cómo un/a militante de esa ideología es capaz de poner a Repsol por encima del pueblo boliviano.
Son esos que Denuncian la situación de supuestos periodistas independientes en Cuba, pero aplauden el cierre de periódicos como Egin y el encarcelamiento de profesionales (Xavier Vinader, Pepe Rei, etc.).
Editan todo tipo de artículos sobre la lacra de la violencia contra la mujer, pero llenan sus páginas, sus pantallas, de anuncios de hombres y mujeres dispuestos a la prostitución como única forma de ganarse la vida.
Se niegan a comparar la situación en Euskadi e Irlanda del Norte, pero son capaces de establecer paralelismos entre Franco y Fidel Castro.
Escriben sobre la violenta radicalidad de las actividades armadas de la resistencia iraqui contra la ocupación yanqui, pero pasan un suave paño literario sobre quienes continúan torturando al pueblo. La resistencia es violenta. La ocupación, no.
Hablan y cacarean sobre la democracia y el respeto a los resultados en las urnas, pero prohíben partidos políticos para que nadie pueda votarles.
Blasonan sobre la libertad de prensa y de los medios de comunicación, pero censuran de forma constante y torticera a quienes desean una verdadera libertad de expresión.
Promocionan a asociaciones como la de las Victimas del Terrorismo, pero silencian el color de los familiares de torturados, asesinados y condenados injustamente. Son los mismos que atacan el derecho al aborto y piden la pena de muerte.
Y a pesar de todo ello, aún hay inocentes ciudadanos que se detienen en un quiosco y dejan un euro para adquirir un periódico “independiente”. Bendito limbo.
Y la deontología, en una esquina, metida a puta porque no hay otra forma de llamar la atención.
7 comentarios
Miyinalouzo -
Pavoguze -
Antonuo -
jacinta -
chicafinaopina -
rotops -
Únicamente echo de menos las citas a las actuaciones de la iglesia católica y de algunos de sus grupos más integristas, concretamente del Opus Dei. Por ejemplo, la santa desvergüenza que preconizan como táctica entre sus miembros -y que tratan de diferenciar de la frescura laica- explica muchas de las incoherencias que ocurren en España a diario.
sarampelo -