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LAS DIEZ CANCIONES MÁS SEXY DEL POP ( ...Y LAS TUYAS, CLARO)

LAS DIEZ CANCIONES MÁS SEXY DEL POP   ( ...Y LAS TUYAS, CLARO)

La edad me delata. He estado pensando durante estos meses invernales, aunque en La Habana el frío y la nieve se disfrazan con agua y viento, en lo poco que vale el hombre (sexualmente, se entiende) a partir del climaterio masculino, que viene a ser, según indicios más que fiables, ofrecidos por expertos en la cuestión, como la menopausia en las féminas. El único consuelo que me queda, es hurgar en el saco de la memoria individual o colectiva, para satisfacer mi curiosidad y la de algunos lectores (ojalá), encontrando canciones que, por su peculiar historia, hayan escandalizado alguna vez a esos rastreros fariseos que aplicaban la censura pública, para luego, en privado, tener algún momento de “amor propio” mientras ponían el disco de fondo a sus orgías.

Por ello, en esta ocasión, y sin que sirva de precedente, doy rienda suelta a mis fobias y filias, en asuntos de canciones sexy, sin importarme el que algunos melómanos pudieran interpretar estas líneas como un vasallaje a la bazofia musical que pudiera representar una determinada canción, o por el contrario, vieran una crítica radical a un solista o grupo que figura en la lista.



Me ha costado tiempo, pero creo que vale la pena dedicarle un lugar a estas creaciones que están, por fortuna, bastante lejos del pop erótico de la movida madrileña, como aquella que firmó un grupo llamado Semen Up. Por una cuestión de buen gusto, corro un tupido velo sobre la canción “Lo estás haciendo muy bien”, cima de las provocaciones baratas de la movida nacional, porque años más tarde, el solista del conjunto se inventó Amistades Peligrosas, ganando en popularidad, pero bajando el tono carnal unos cuantos grados. Ahí es nada susurrar “Ponla en tu boca...”, para quince años después hacerte famoso cantando “Te voy a meter mano...”.


¡Fuera depresiones sexagenarias¡, que Bob Dylan, Paul Mac Cartney, Mick Jagger, Jerry Lee Lewis, Miguel Rios, Aute, Serrat, Johnny Halliday, Adriano Celentano, Mina y otras aves canoras, siguen gorjeando a pesar de haber superado con creces esa edad. Y quien sabe si, además, pueden demostrar una más que envidiable salud a la hora de exultar el cuerpo.


En esta lista, el lector puede encontrar diferentes formas de canciones sexy: desde las más idóneas para un día de San Valentín, pasando por las que se deben poner de fondo a la hora de compartir líquidos, y llegando a las que podemos usar para provocar en nosotros mismos el sublime deseo de la copulación. Que haya suerte... y que añadas las propias, porque en asuntos tan íntimos, lo que seguramente Aznar llama aberraciones, son vicios más que respetables. Aún recuerdo una noche en la que una formidable folladora, solista de un afamado grupo español de los ochenta, me confesó su debilidad ante los discos de Sara Montiel. Y era cierto.


No estarán todas las que tu desbordante conocimiento ha imaginado, pero creo que es una digna relación de títulos que deberían estar integrados en un solo CD. Si tienes las canciones, las ganas y el tiempo, grábatelas y véndelo en el top manta, eso sí, con un preservativo de regalo, hermano. Ah, el orden no implica prelación alguna. Colócalas en el orden que prefieras para... eso mismo


LAS DIEZ CANCIONES RECOMENDADAS

I WANT YOUR SEX,  de George Michael. No es que tenga la voz de Barry White, pero es una de las creaciones más sinceras del ex Wham. Todo a cuanto se refiere es desear sexo. Más de uno gozó de otro diciéndole: “La paciencia de un hombre tiene su límite, y yo he llegado a él. Dame tu sexo”.


JE T’AIME, MOI NON PLUS,  de  Serge Gaingsbourg y Jane Birkin (o Brigitte Bardot, que las dos versiones existen). Una de las grabaciones más gloriosas de finales de los sesenta, con un Gaingsbourg en plan ogro-que-se-va-a-comer-a-Lolita, y una Birkin o Bardot, haciendo de inocentes perversas, capaces de poner en erección al más eunuco. Memorable la naturalidad de la frase: “Me corro, me corro, y lo hago sobre tus riñones...”

WHY DON’T WE DO IT IN THE ROAD?, de Los Beatles. Uno de los temas menos conocidos del cuarteto de Liverpool. Una canción que no tiene mucha letra (apenas dos versos) pero es más que suficiente. Una obra sencilla para una pregunta estupenda: “¿Por qué no lo hacemos en la calle?”. Ella o él no se deciden porque siempre hay algún voyeur que anda husmeando hasta en la oscuridad de la urbe.


STORIA D’MORE, de Adriano Celentano. He aquí uno de los momentos más eróticos en la carrera del imprevisible intérprete de “Serafino”, filme antimilitarista donde los haya, en el que brilla por sí sola esta canción, adaptada por mi idolatrado Tonino Carotone como sólo él podía hacerlo. “Me estrechaba entre su cuerpo, me daba su boca, me decía ¡ soy tuya ¡... pero yo me quedaba como una piedra”. Eso es chulería. El acordeón final, envolviendo la historia, es más explícito que una imagen.


JUSTIFY MY LOVE, de Madonna. La reina de todos los sexos. Madonna provocando una vez más, esta vez con la ayuda inestimable de Lenny Kravitz, con una de las canciones más eróticas jamás grabadas. No hay relación de temas de esta índole en la que no aparezca una obra de la Ciccone. Su parte más sexy; "No quiero ser tu mami, ni tampoco tu hermana. Sólo quiero ser tu amante. Quiero ser tu chica. Vamos, bésame

I WANT YOU, I NEED YOU, I LOVE YOU, de Elvis Presley. Mas de alguno se preguntará por qué no incluyo a su “ídolo”, pero el del tupé de Tupelo no puede estar ausente de una lista semejante, aunque a mí, particularmente, siempre me la trajo floja lo sexy que pudiera parecerles a las quinceañeras yanquis. Me excitaba más Jerry Lee Lewis, aunque esta canción contenga una buena dosis de gasolina para el pubis. Ahí es nada ese Presley diciendo, con el labio superior torcido y desafiante: “Acércate más, abrázame, hazme sentir la emoción del placer...”.

I´M ON FIRE, de Bruce Springsteen. Probablemente ya habrá más de una lectora o lector que haya soltado un denuesto ante la elección. Pues que se deje de prejuicios (hay que ver qué mal les cae el Boss a l@s chic@s modern@s) y que se vaya a la cama con un/a amante rockero/a, de es@s que sudan hasta por los codos y no utilizan desodorante. Muchos críticos se sorprendieron de que, por una vez, Bruce parecía un animal en celo, y en verdad que este tema tiene su miga. No queda nada mal cuando canta: “En la noche despierto empapado, envuelto en hojas mojadas, y escucho a lo lejos un tren de la carga que marcha en el centro de mi cabeza; solamente tú puedes refrescar mi deseo. Estoy ardiendo"


LAY, LADY, LAY, de Bob Dylan: Como en el caso anterior, malas palabras a un lado, éste es probablemente uno de los títulos más atractivos escritos nunca, y el más sutil de Bob Dylan. El autor había dejado de fumar cuando lo registró, con lo que la voz áspera de antaño dio paso a una forma de cantar mucho más suave, una voz más dulce. La canción dibuja una escena sencilla en la que ella descansa en una cama de cobre, de color amarillo con hojas de satén en la cabecera, mientras es abrazada por su novio, que le hace el amor hasta que rompe el amanecer. Es una canción de sexo con glucosa, de esa que alguna vez hemos probado cuando jóvenes. “Me levanto para verte a la luz de la mañana, y sigo a tu lado alcanzado la noche contigo. Quédate, mi dama, quédate; permanece ahí mientras la noche exista”.


LET’S GET IT ON, de Marvin Gaye. No conozco a nadie que “pase del rytm and blues”, y de su poder para excitar a un melómano. Marvin fue una de las cimas más elevadas de toda la historia, e incluso me atrevería a decir que aún lo es. Rindamos honores a la extraordinaria voz del infortunado hijo de pastor protestante asesino, y dejémonos llevar por ella hasta el lecho donde espera ese cuerpo divino. Me siento en el deber de advertir a la población en general, que esta canción tiene el peligro de conducirnos a la borrachera y a las orgías masivas. No digas que no lo advertí. “No hay nada malo cuando me amas, entregarte a ti misma no es un error si el amor es verdadero. Déjate llevar…”. Oreja, rabo y vuelta a la cama.


WITH THESE HANDS, por Tom Jones. Uno de los temas que el ex minero del País de Gales registró en uno de sus primeros discos, pero que jamás deja de interpretar en directo. Canción exacerbadamente romántica de los años cincuenta, que ocultaba los más sublimes y perversos instintos bajo versos de lo más lírico, consecuentemente con una época en la que la censura era lapidaria. La cantaron los edulcorantes Nelson Eddy y Jo Stafford, entre otros, pero la letra va más allá de lo dulce. “Con estas manos, me aferraré a tí, seré tuyo siempre y por un día. Con estas manos, te traeré un amor dulce, pero tan cálido como el mes de mayo. Seré un mar en tempestad, te traeré la marea, y nunca dejaré que te marches”. Un minero más original que aquel de Antonio Molina,


Que las disfrutes, amigo lector.

OLÉ, LEHENDAKARI

OLÉ, LEHENDAKARI

Uno creía que Ibarretxe no era demasiado inteligente, sino el prototipo de estudiante mediocre, metido a político porque los de su clase están más que cotizados entre los aspirantes de jefes de gobierno (Bush, Zapatero, Prodi, Blair, Aznar, etc.), ministros o presidentes de Parlamentos. Tremenda equivocación que quiero reconocer desde estas páginas. El Lehendakari vasco ha dado una lección de radicalidad y decisión sublime, cuando ha consentido que decenas de ciudadanos hayan pasado por los hospitales de aquel país, para ser curados de las heridas causadas por la reciedumbre y valor de ese cuerpo ejemplar de policía al servicio del pueblo que se dio en llamar ERTZAINTZA, y que tantas alegrías ha proporcionado a la extrema derecha españolista en los últimos tiempos, para satisfacción y gozo de quienes admiran esta forma de actuación tan heroica.

Ahí es nada masacrar a gente de cualquier sexo, edad y condición, por el aberrante hecho de manifestarse a favor de la paz. No se puede consentir. Ibarretexe lo sabe y ha querido ponerse a la altura de las circunstancias, es decir, imitando las maneras y buenos modales de Francisco Franco, José Maria Aznar, Pinochet o Videla, lanzando a sus mesnadas de la boina roja (como la de los falangistas de José Antonio Primo de Rivera) a la caza y captura de ciudadanos reunidos para pedir, alto y claro, que el proceso de paz no se detenga. Y eso es una ignominia, un sin sentido que ha de ser erradicado de las conciencias del todos los buenos vascos, es decir, de los que no se manifiestan excepto cuando lo mandan desde Madrid.
 
Ibarretexe se ha colocado donde nadie antes soñó ubicarle, Ya tiene un hueco en la tertulia del ex teniente coronel Tejero, o bien jugando al mus en casa del ex general Galindo, al dominó en el pazo de Fraga (que le podría dar lecciones de cómo asesinar obreros a la puerta de las iglesias vascas), o tal vez en el chalet de Vera, o en el de aquel inteligentísimo ministro llamado Corcuera, que con toda la razón se inventó lo del zapatazo en la puerta para cazar rojos indeseables,

Ibarretexe se ha cubierto de gloria. Ahora ya puede caminar por las calles del País Vasco con la cara bien alta, o ir a Washington para abrazar a su compañero Bush y aprender cómo serán sus pasos futuros a la hora, no ya de golpear, masacrar y disparar a los ciudadanos inermes, sino de estudiar las últimas técnicas de tortura en Irak, en la base de Guantánamo, desplegando a su ERTZAINTZA querida para que Euskadi no se parezca ni de lejos, a Irlanda, sino a Nueva York, Melilla, Bogotá, Madrid o México.

Ibarretxe no era un mediocre, como decía Felipe González (otro de los más inteligentes especimenes de la España del siglo XX), sino un auténtico genio de la política que, por fin, ha demostrado su valor y sensibilidad ante un problema tan grave como el que plantean los independentistas reclamando diálogo.

Desde esta página pido para el brillante Lehendakari, humilde pero firmemente, la medalla, la del Mérito Militar, a ser posible, o la máxima condecoración de la Asociación de Víctimas del Terrorismo,  para satisfacer las peticiones en este sentido, miles de ellas, que sin duda hoy inundan las calles de Donostia, Bilbo y Gasteiz.

Ibarretxe ya puede, incluso, proponerse a Zapatero como ministro del Interior en un futuro gobierno español. Le sobran condiciones, voluntad, firmeza y talante para conversar... con las armas en la mano. Como un moderno demócrata.

TERRORISMO LEGAL

TERRORISMO LEGAL

No sé quién fue el que dijo la frase: “Qué tiempos nos ha tocado vivir... Ahora hay que explicar hasta lo que es obvio”. La rotundidad del aserto contiene un enorme vendaval de imágenes que los medios de comunicación intentan explicar de forma unívoca, en un mundo mediático manipulado por diez familias con el suficiente dinero como para erigirse en los detentadores de la libertad de expresión. De la suya, más bien, que no la de una inmensa y silenciosa mayoría, que asiste al espectáculo circense en el que lo privado impera sobre lo público, y sobre el público, que ya no es ni distinguido, ni amable, ni querido, excepto si gasta su salario en mantener la llama de esos poderosísimos agentes de la seguridad estatal, disfrazados de diarios, emisoras de radio, de televisión y páginas web del mismo pelaje.

Tienen el enorme mérito de haber logrado el esperanto en la interpretación de la realidad circundante. Un mismo idioma en el que los buenos son los que más asesinan, y los que esos mismos medios llaman terroristas, son, en muchas ocasiones, cada vez más, personas, grupos y colectivos que se defienden de otro horror más grave: el que supone la legitimación de la ilegalidad más insólita. El todo vale ha sido superado.

La barbarie de Hitler, mil veces filmada, millones de veces expuesta en la pantalla, era denunciada de forma universal. Sesenta años más tarde, asesinatos en masa, invasiones ilegales, genocidios consentidos, son justificados por el aparato mediático, salvo las más que heroicas excepciones que todos conocemos. Invocando unos valores cuya significación queda a años luz de las verdaderas intenciones imperiales, el mundo contempla, peligrosamente adormecido, cómo los terroristas de traje de seda y corbata de marca, ordenan ejecuciones, masacres y bombardeos de todo tipo. Sólo ellos tienen el derecho de matar, de cortar de cuajo la vida de inocentes, que son daños colaterales, según afirmó uno de esos asesinos aún no juzgados por los tribunales internacionales, esos mismos que toleraron el crimen que supuso la muerte de Milosevic, la ejecución brutal del delincuente Ceaucescu, el ahorcamiento de Sadam Hussein, el envenenamiento de Arafat, los mismos que callaron cuando Pinochet y Franco masacraban a quienes defendían la democracia.


La ley del más fuerte se ha impuesto definitivamente. El cow boy que dispara más rápido, que tiene comprado al sheriff, es quien dicta las normas de conducta. Ese final en el que el supuesto bandido era condenado, mientras la ley y la bondad, el amor y la concordia triunfaban, ya no existe ni en el cine. La victoria está siendo del Terrorismo de estado globalizado, por acción u omisión. La nausea es ya insoportable. Hagamos historia del vómito de sangre, de esa inmensa lista de muerte legitimada hasta límites increíbles.

En 1946 la marina francesa bombardea la ciudad de Haifong, en Vietnam, asesinando a millares de civiles; empieza entonces una larga guerra de liberación en la que, sólo hasta 1955, los franceses habían matado a más 1.200.000 vietnamitas 

Dos años más tarde, en Deir Yassin, trescientos palestinos eran asesinados por Israel después de obligarles a abandonar sus tierras.

En ese mismo 1948 los imperialistas dividen Pakistán e India asesinando a 300.000 inocentes.

Durante los procesos de independencia en Madagascar, Argelia, Marruecos, Túnez y África, esos mismos “demócratas” pasaron por las armas o a cuchillo a más de medio millón de civiles.

En 1950 se produce la invasión de Corea por el ejército de EE.UU., que además amenaza con lanzar bombas nucleares sobre China. Miles de víctimas en ambos bandos.

En 1952 la policía francesa asesinaba en Marruecos a 52 independentistas y en el 53, en Kebia, sesenta y cinco palestinos fueron ultimados por los legionarios israelíes, por reclamar la devolución de sus tierras.

En 1954 la CIA y los marines norteamericanos derrocan a Jacobo Arbenz, presidente popular de Guatemala, elegido democráticamente en las elecciones más limpias que jamás se han celebrado en ese país, hasta nuestros días.

En 1956 Estados Unidos invadía la República Dominicana, una vez más con sus marines; masacre de palestinos en Kaf Kassem; tropas británicas lanzan ataques con todo tipo de armamento matando a 10.000 independentistas kenianos; empieza la guerra por la independencia de Argelia: Francia asesina a UN MILLON DOSCIENTOS MIL argelinos

Desde 1962 a 1975, las tropas de EEUU matan a TRES MILLONES Y MEDIO de Vietnamitas, utilizando bombas prohibidas por la Convención de Ginebra. La Comunidad Europea no emite ningún comunicado de condena.

En 1961 la CIA y el Pentágono asesinan al revolucionario Patricio Lumumba. En 1964 derrocan al Gobierno Popular del Congo y al Gobierno de Janio Quadros, presidente de Brasil. En 1965 el gobierno de EEUU ayuda al dar un golpe de Estado en Indonesia, el del general Suharto, asesinando a 500.000 comunistas de aquella nación; y en esa misma fecha la CIA organiza y ejecuta el crimen de Malcom X en Harlem.

1967: Estados Unidos e Inglaterra promueven la guerra de Biafra, Nigeria, que duraría tres años. Europa sigue callada.

1968: La policía norteamericana asesina en Chicago al presidente de los Panteras Negras; bombardean los campos de refugiados en Líbano.

1970: Treinta escolares palestinos son asesinados en los ataques aéreos a Bahr el Bakr; Septiembre Negro: mil palestinos son asesinados por las bombas israelíes. La Unión Europea mira hacia otro lado.

1972: En Derry, el Ejército británico mata a trece manifestantes. John Lennon compuso en honor de los asesinados la canción “Sunday, bloody Sunday”.

1973: La CIA y el Pentágono derrocan al Gobierno de la Unidad Popular, en Chile, que preside Salvador Allende; Europa emite un tímido mensaje de protesta ante los hechos, pero no retira sus embajadas. Únicamente Olof Palme, a la sazón presidente de Suecia, ordena a su legado que acoja en la sede la embajada a cuantos chilenos lo deseen.

En ese mismo año. asesinan a Amílcar Cabral, dirigente independentista guineano; la CIA promueve y financia la guerra y la represión en Bangla Desh: más de TRES MILLONES de muertos.

1975: Ochenta muertos en los bombardeos israelíes, con armas de EE UU, contra algunos campos de refugiados palestinos en Líbano

1976: Otros diez campesinos palestinos mueren en las manifestaciones de los territorios palestinos ocupados

1977: La CIA y el gobierno de EEUU financian y apoyan el golpe de Estado y la dictadura en Argentina: quince mil asesinados, treinta mil desaparecidos, casi dos millones exiliados, nueve mil encarcelados; y poco más tarde, de nuevo el gobierno de Estados Unidos, a través de su agencia de inteligencia y el Pentágono, auspicia un golpe militar de corte fascista en Corea del Sur.

1980: Represión en la República Centroamericana de El Salvador: sesenta y cinco mil muertos y siete desaparecidos; represión en Turquía, sin contabilizar Kurdistán, con más de mil asesinatos, casi un millar desaparecido, 665.000 detenidos, 11.000 encarcelados; y por si fuera poco, EEUU financia y apoya la guerra entre Irán e Irak que dura diez años: 600.000 muertos.

1982: Invasión del Líbano, con el resultado de 20.000 muertos; masacre en Shabra y Chatila: 18.000 muertos y 35.000 heridos; miles de islamistas asesinados en Hama (Siria), durante una insurrección.

1983: Los marines de EE UU invaden el Estado caribeño de Granada. Europa calla vergonzantemente ante el hecho. Ronald Reagan lo justifica. Europa opta por el silencio.

1984: En Marruecos, la policía mata a cien manifestantes en la revuelta del pan. El rey Juan Carlos de Borbón no dice nada. El gobierno de Felipe González tampoco. La monarquía alhauita es “hermana” espiritual de la española.

1986: Trescientos presos políticos son asesinados en la cárcel de Lurigancho, Perú, mientras 25.000 personas son asesinadas en calles y los desaparecidos superan los once mil. La Comunidad Europea, tan demócrata, calla.

1987: Empieza la Intifada palestina, con más de dos mil asesinados por Israel. 

1989: La aviación y los marines norteamericanos bombardean e invaden Panamá, secuestrando al presidente Noriega, que está en la cárcel; la cifra de muertos, varios miles, sigue siendo materia clasificada. Europa no emite ni un mensaje pidiendo explicaciones.

1990: El Ejército profesional de Israel asesina a veintidós palestinos en la explanada de las mezquitas.

1991: Guerra y bloqueo contra Irak, con un saldo de TRES MILLONES de muertos; partición y guerra de Yugoslavia: 200.000 muertos. Javier Solana está muy satisfecho.

1992: Invasión de Somalia por marines norteamericanos, provocando millares de muertes, sin cuantificar.

1993: Invasión de Sudán; golpe de Estado de Yeltsin, diseñado en EEUU, contra la URSS.         Diez mil asesinados.

1994: Masacre en la mezquita de Hebrón donde son asesinados 52 palestinos; en Ruanda UN MILLÓN de muertos; el Parlamento francés abre una investigación para saber la posible responsabilidad de su país. Un detalle muy democrático.

1998: La OTAN bombardea Yugoslavia con armas radioactivas proporcionadas por Estados Unidos, que hoy permanece en la zona balcánica. Javier Solana sigue encantado.

2001: Atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York. Tres mil muertos.

2002: Se desencadena la guerra total contra el Islam. Los medios hablan del Terrorismo Internacional. Se acusa, sin pruebas a Ben Laden. Se culpabiliza indirectamente a Sadam Hussein. Invasión de Irak: doscientos mil asesinados. Ejecución de Sadam.

Europa continua callada. Los demócratas sólo han reaccionado ante la masacre en Nueva York. Las víctimas eran norteamericanas, y eso es muy diferente. Hay que matar a mil árabes por cada ciudadano en USA. Faltaría más. Bueno, faltan muchas masacres en nombre del Imperio, así que añade a esa relación las que el lector crea que hemos olvidado. Gracias anticipadas.


Nota.- Y gracias también le sean dadas al abogado Juan Manuel Olarieta Alberdi, que ha tenido la paciencia de recopilar la mayor parte de esos vandálicos hechos, verdadero récord del Terrorismo desplegado y legitimado por los distintos gobiernos de EEUU y sus aliados de todo el mundo.

PRIMER AVISO A SU MAJESTAD EL REY DE TODAS LAS ESPAÑAS

PRIMER AVISO A SU MAJESTAD EL REY DE TODAS LAS ESPAÑAS

inSurGente (Carlos Tena).- No quisiera que se tomara este breve artículo como un ataque frontal al espectáculo taurino, sin ánimo de un análisis profundo acerca de las lacras psicológicas que pudiera padecer sus animadores y fanáticos, sino como un aviso a quienes acuden a la llamada fiesta nacional, bajo el infantil pretexto de que es un arte que tiene sus raíces clavadas en lo más recóndito del alma hispana, de que a las corridas les quedan poco tiempo de banderillas, estoques, verónicas y arrastre. Y a mí, me importaría tan poco como lo que pueda opinar Zapatero sobre la III República.

Ya escribí en su día que los toros, su entorno mediático, sus trampas intelectuales ( en las que siempre se menta a Lorca, Hemingway o Alberti), me aburren tanto como la trayectoria profesional de Maria Teresa Fernández de la Vega (muy ocupada últimamente en posar junto a las ilustrísimas cabecillas de esa banda llamada Iglesia Católica), que pertenece a esa ralea de políticas que asegura sentirse estupendamente viendo la enorme riqueza espiritual, la formidable variedad de culturas de nuestra España, pero cuando lo afirma piensa en la gastronomía y la danza, y no en lo fundamental de esa pluralidad: que un pueblo tiene el derecho a autodeterminarse, ulteriormente a independizarse, y además, desterrar la cruenta fiesta taurina de todos sus territorios.

Hace algunos años (septiembre del 99), el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid tuvo un detalle genial cuando encargó un estudio sobre las "Posibles repercusiones psicológicas de las corridas de toros en niños menores". Las secciones taurinas de los medios de comunicación no regatearon espacio para informar de los resultados, llegando a una conclusión tan sólida como la voluntad de Aznar para detener la guerra en Irak: "No hay bases suficientes para sustentar científicamente una medida como la prohibición de entrada de los menores de 14 años en las plazas de toros". Ahí es nada el sofisma.

Dicha cabecera fue la más utilizada como resumen del citado estudio. Pero como ya llueve sobre mojado, como ya el personal está más que acostumbrado a las manipulaciones de los diarios, radios, telediarios y páginas web, cuando tratan de aspectos negativos para la fiesta nacional, pudo conocer de primera mano las verdaderas conclusiones del estudio, y tras unas laboriosas gestiones, finalmente se pudo lograr una copia del mismo. Y, como sospecha el lector, la información había sufrido graves alteraciones.


El estudio completo está a disposición de quien desee consultarlo en los archivos de ASANDA (Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales), pero he aquí sus datos más curiosos. Este análisis, en realidad, es el resumen realizado por D. Enrique Echeburúa de cuatro informes realizados por sendos equipos de investigación. Cada uno de ellos ofreció sus comentarios y recomendaciones y, como ha quedado dicho, el citado Echeburúa redactó un informe final, pretendiendo resumirlos todos.  Y he aquí algunas de las conclusiones:


1.- La visión de las corridas de toros puede aumentar la agresividad (especialmente en los varones de 9 años) la ansiedad y el impacto emocional de los niños.


2.- El que antes de los 13 años se produzca el visionado de una corrida de toros, va a llevar a los niños y jóvenes a una peligrosa insensibilización, que les va a provocar cierta indiferencia a la hora de valorarla, ya que buscarán en ella únicamente el componente violento.


3.- Los niños menores de 14 años tienen una escasa información acerca de los acontecimientos taurinos, su opinión acerca de ellos es mayoritariamente neutra, tendiendo a negativa. 


4.- Los niños mostraban un mayor rechazo hacia el hecho de que al final de la corrida el toro muera, así como a que durante la corrida se realizaran actividades como la pica y las banderillas que suponen el sufrimiento del animal.


Curiosas, por mesuradas y valientes, eran las recomendaciones finales del estudio:


1.- El niño debe ir acompañado por un adulto, que debe evitar hacer comentarios de crueldad gratuita o innecesaria (por lo visto aunque pagues, la violencia es gratuita y además existe una crueldad necesaria).

2.- El adulto puede ayudar a que el adolescente no muestre expresiones de regocijo ante el sufrimiento del animal y ayudarle a ver el aspecto estético de los espectáculos.

3.- Se debe evitar en las múltiples diversiones en que los toros son protagonistas (corridas, encierros, capeas, tientas, espectáculos de vaquillas, etc.) que los adultos o los niños mayores maltraten a los animales y que los mismos menores sean testigos de este maltrato.


Con todo lo anterior, la mayor parte de los medios tuvieron la desfachatez de concluir los resultados de ese estudio con ese titular que señalo al comienzo. Luego entonces, ¿de dónde pudieron sacarse que "No hay bases suficientes para sustentar científicamente una medida como la prohibición de entrada de los menores de 14 años en las plazas de toros”. Los empresarios mediáticos saben defender la mentira con uñas y dientes. Ramírez, Polanco, Cebrián, ¡vaya trío de matadores¡...


Y para colmo, llega la otra tarde un amigo cubano y me dice: “Oye, brother, ¿tú sabes, chico, que asistir con frecuencia a las corridas de toros reduce la líbido?”. No le pregunté de dónde había sacado tan sorprendente información, pero me quedé muy preocupado, ya que nuestro monarca es un entusiasta defensor de tan lamentable fiesta, aunque su esposa pueda estarle agradecida a los morlacos para el resto de sus días. Vaya alivio, señora.

 


 


ILEGALIZAR A TODOS LOS VASCOS

ILEGALIZAR A TODOS LOS VASCOS

Se conocen ya algunas de las líneas maestras de la nueva estrategia que pondrá en marcha el gobierno de José Luis Rodríguez, para tratar de que el fenómeno independentista, armado o no, vaya perdiendo su hasta ahora innegable poder de penetración en el sector más joven de la sociedad vasca. Son paralelas a las que se dibujaron en la época de Aznar.


 

En España, la mediocridad es una garantía de supervivencia.
(M. García Viñó)
Reunidos en torno a Pepe Blanco (aunque no por su castizo modo de cantar el chotis), las diversas familias del llamado partido socialista obrero (cómo cuesta escribir esa palabra) español, discutieron sobre el inmediato futuro que se espera tras la ruptura por parte de ETA del alto el fuego, y de la suspensión de las conversaciones con la organización armada. (1)
-  Faltaría más, dijo Rajoy, que asistía a la reunión en calidad de observador.


El ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, ponía cara de niño suspendido en religión, pero matrícula de honor en formación del espíritu nacional, estudios monárquicos, leyes fundamentales del franquismo y sometimiento a los caprichos del fascismo más ultramontano que representa el partido popular.


Los barones del socialismo español no tienen arrestos para hablar con ETA, ni tampoco son tan estúpidos como para no regresar a una mesa de conversaciones que, tarde o temprano, habrá que organizar, con la izquierda abertzale como testigo ocular, decía un transeúnte que pasaba por la calle de Ferraz, con un teléfono móvil conectado a una central de inteligencia británica.
- Este es del M-5 -  aseguraba un espía del CNI, antiguo CESID.
- No hombre, no, ese vive en la M-30 - contestaba un agente secreto de Zapatero


Lo que nadie se atrevió a poner encima del tablero, fue la propuesta que presentó el enviado especial de un señor que caza osos borrachos, ciervos invidentes, sirenas procaces y melopeas nocturnas, en la que se opta por una medida excepcionalmente inteligente: ilegalizar a todo el País Vasco (2).
Se comenzaría por encerrar a toda la izquierda abertzale, abriéndose al efecto más de cien nuevas prisiones en las que intervendría, como empresa constructora, la familia de un conocido político vasco de flequillo colocado desde la sien izquierda a la derecha, cuya bestia más feroz se llama Hugo Chávez y que tiene suculentos negocios en Venezuela. Así, se tendría un pequeño detalle con la derecha nacionalista de Euskadi, detalle que tendría un efecto tranquilizante en el empresariado de aquella nación, tan terriblemente sometido a los continuos chantajes de la banda armada.
- Qué horror - se lamentaba una mujer que les servía té y café con leche a los allí reunidos- con lo sencillo que es comenzar un diálogo. Es cuestión de discreción y buena voluntad, digo yo-


Se continuaría por la prohibición de hablar euskera en la calle, actos oficiales, actos religiosos y en otro tipo de actividad oficial. ¡Incluso en los actos sexuales¡, gritaba un legionario amigo de López Aguilar, mientras acariciaba a su cabra. La tarde avanzaba y la propuesta de aquel individuo iba engatusando a los presentes. Tras haber mandado al trullo a los amigos de los terroristas, se encerraría en seminarios convenientemente vigilados por la Guardia Civil, a todos los curas y frailes del País Vasco, menos a los que se confiesen apolíticos, apostólicos, apoderados, apócrifos y a por las monjas, por si acaso, espetaba un monaguillo del PP. Ellas, las peligrosísimas damas vestidas de pingüino, pero abertzales tras las tocas y los hábitos, seguro que esconden en sus conventos a algunos miembros de la kale borroka, apuntó Pepe Blanco en un momento de brillantez inusitada.


Luego, intervino Esperanza Aguirre que besaba febrilmente al diputado López Garrido, vamos a por los familiares de cuantos militantes se hallen encarcelados y les condenamos a arresto domiciliario, hasta que condenen la violencia etarra o, de no hacerlo, se las verían en el cuartelillo con algunos de los expertos de la Benemérita, que han aprendido mucho últimamente de las experiencias adquiridas en Irak y Afganistán, por parte de sus colegas del ejército mercenario usamericano, que a su vez fueron alumnos aventajados del Mossad israelí. Esos familiares, en primer grado, además de confesar públicamente su rechazo a la proclama Euskadi Ta Askatasuna, deberán presentarse en comisaría todos los lunes de cada mes.


Finalmente, un representante de la Asociación de las Victimas del Terrorismo Franquista, fue expulsado de forma violenta de la reunión cuando entregaba en la secretaría una petición para que los familiares de aquellos republicanos fusilados, torturados, masacrados y enterrados en fosas comunes aún sin descubrir, durante el régimen terrorista de Franco, tuvieran al menos el reconocimiento moral como defensores de la libertad y la democracia, por parte del poder ejecutivo y judicial. Al grito de ¡fuera revanchistas¡ tuvo que huir de la reunión en la que en ese momento intervenía Zaplana, que iluminado por el Espíritu Santo, encaramado a una silla, lanzaba la proclama: ¡Ilegalicemos el País Vasco!


Y todos se miraron con pasmo, con terror, con angustia. El ángel exterminador es poco, comparado con la escena que allí siguió, y que Luis Buñuel contaría mucho mejor que quien firma.


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(1).- Como todos sabemos, esos intentos de diálogo se quedaron en eso, porque jamás existió un contacto a alto nivel, quedando el proceso en una mera declaración formal, en un conato de proyecto que nunca vio la luz, siquiera en los nueve meses en los que no se tuvo que lamentar ningún acto violento, aunque tampoco se cumpliera una parte de la Ley penitenciaria vigente (que suele utilizarse en las democracias sólidas), en referencia a aquella que atañe a las autoridades competentes, sobre la decisión de que los presos cumplan sus condenas en las prisiones más próximas a su domicilio.



(2).- Trasladar a algunos reclusos a cárceles de Euskadi, o liberar a Iñaki de Juana Chaos (como sería lo normal en una democracia verdadera) resulta imposible para el gobierno de Rodríguez, ya que podrían llevarse un gran disgusto en próximos comicios (los municipales y autonómicos los tienen más que perdidos, excepto en las dictaduras de Andalucía y Extremadura, donde están aseguradas las poltronas de los Generalísimos Chaves y Rodríguez Ibarra, respectivamente), cuando no un tremendo chasco en otros predios donde parece que ese tipo de interpretación del socialismo tiene muchos adeptos (Asturias, Castilla-La Mancha, Aragón).



NI SIQUIERA FRANCO MERECIA LA HORCA

Sus crímenes fueron tan graves que es imposible defenderlo. Pero ni el peor de los criminales merece la pena de muerte, que es un recurso indigno de las sociedades civilizadas. Franco ha sido ejecutado en cumplimiento de una sentencia legítima que sin embargo cargará con el estigma de haberse consumado de una forma que resulta inaceptable para una gran parte de la humanidad. Como ya se ha dicho reiteradamente en estas páginas, la pena de muerte es intrínsecamente un fracaso para la civilización, inútil desde el punto de vista de la protección de los intereses de las víctimas y éticamente intolerable.

No cabe más que lamentar profundamente que todos los llamamientos hechos en este caso desde el mundo entero no hayan sido escuchados.

La sociedad española está demasiado habituada a la violencia. Cuando no ha estado sometida a la tiranía propia fue porque estaba siendo aplastada por un poder colonial norteamericano. Este es el primer intento que al menos sobre el papel tiene por objetivo construir un país libre basado en las reglas de la democracia y la ley. Y en este sentido los ciudadanos han dado un ejemplo encomiable en las tres ocasiones en las que han acudido a votar a pesar de las amenazas directas de los falangistas, nazis y fascistas.

Nadie puede negar que los españoles están interesados en construir esa sociedad nueva basada en valores superiores a la violencia y las tradiciones de la venganza apasionada. Que sea difícil no significa que sea imposible y en todo caso lo mejor que podía haberse hecho era empezar poniendo en práctica esos principios humanistas que sostienen con toda claridad que matando al criminal no se logrará nunca recuperar las vidas de sus víctimas.

No hay razones religiosas ni morales que puedan probar en estos momentos de la evolución humana que la pena de muerte pueda llegar a ser un acto aceptable. Es cierto que Franco ha tenido un juicio justo y que la gravedad de sus crímenes ha quedado fuera de toda duda.

Tal vez el presidente y sus vicepresidentes han pensado más en la sensibilidad de los demócratas, que inexplicablemente aceptan sin muchos remordimientos el principio de la pena capital. De ser así, es evidente que se han olvidado de los europeos y de todos los que en el mundo esperan sinceramente que las cosas se arreglen lo antes posible en aquel país y para los que la muerte deliberada de un ser humano es siempre algo reprobable.

Para las nuevas autoridades españolas era tal vez más fácil deshacerse de un personaje que a todas luces les resultaba demasiado incómodo en las actuales circunstancias por las que atraviesa el país. Ha sido más sencillo ordenar al verdugo que pusiera en marcha el siniestro mecanismo de la horca que afrontar una sana reconstrucción del país partiendo del mejor ejemplo de piedad y templanza que podían haber dado.

Franco no era recuperable, pero el ejemplo de haberlo mantenido en prisión de por vida habría sido un mejor aliciente para tratar de parar la sangría de violencia que atenaza al país y de la que en estos momentos no puede hacerse responsable directo al ex dictador. Incluso hubiera sido un castigo infinitamente más humillante el permitirle que viese un día desde una celda el triunfo de los demócratas en su esfuerzo por reconstruir el país.

Ejecutarle ha sido un error no sólo desde el punto de vista moral, sino estratégico, pues se corre el riesgo de hacer del tirano un mito para determinados sectores que utilizarán su ejecución con fines propagandísticos para justificar el terror. Franco debía ser juzgado y había muchas alternativas, incluso la de trasladarlo al Tribunal Internacional de La Haya, en donde existen varios procesos abiertos en su contra por genocidio y crímenes contra la humanidad, que podrían haber librado a las nuevas autoridades del país de la papeleta de tener que custodiar a tan incómodo reo en una prisión dentro de su territorio.

Ejecutar la pena capital ha sido la peor opción, la única que no permitirá que se sigan juzgando todas las atrocidades que cometió y que probablemente lo acabará convirtiendo en lo que nunca fue, un héroe o un mártir de la nación española.



ZAPATERO SUSPENDE TODO

ZAPATERO SUSPENDE TODO

El comunicado del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que se dice que “se suspende el diálogo con ETA”, no puede ser más falaz, estúpido, inútil y lamentable, tanto como la colocación de esa furgoneta cargada de una potente carga explosiva en la terminal 4 del madrileño aeropuerto de Barajas, cuya deflagración ha supuesto heridas a unas cuantas personas inocentes.

 

El político que pierde una ocasión dorada, ansiada por millones de españoles, para que termine la violencia de una vez por todas, es un insensato cuando no un redomado imbécil. Y, créanme que me inclino por este último adjetivo. Zapatero no es más que un simple abogado sin absoluta preparación política. Jamás demostró ninguna idea brillante, no sólo en su mediocre carrera profesional, sino en su León natal, donde era conocido por su afición a la televisión basura, el billar americano y los buenos restaurantes.

           
El aparato de ese colectivo de primates llamado PSOE, cuya cabeza visible en Madrid es el no menos inane José Blanco, blanco precisamente de la mayor parte de los chistes más hirientes dentro de la familia del ex puño y la rosa, parece más bien reunido en torno a un clavel reventón sobre una mano blanquecina, cuyo dedo anular se alza en señal de que nos lo introduzcamos donde nos quepa. Ese es el respeto que tienen por el electorado, cada año más desilusionado no ya de la política, sino de quienes parecen jugar un papel de comediantes de tercera fila en el escenario del Parlamento.
           
Zapatero no ha suspendido ningún diálogo, sencillamente porque jamás estuvo en su ánimo otra palabra que la de la rendición sin condiciones para con los miembros de los grupos independentistas, cualquiera que fuere su forma de combate. Zapatero ha suspendido, más bien, en el examen de fin de carrera que le colocó la izquierda abertzale, una carambola que era un par de huevos. Así se las ponían a Felipe II, se decía en los billares cuando para ganar sólo había que mover el taco. Pero ZP no se ha movido ni de la silla.
           
Zapatero ha dejado en pelotas a la democracia. Ha perdido la ocasión de su vida política, pero lo que es aún peor, ha jugado con la vida de miles de españoles que esperaban algunos resultados inmediatos por ambas partes. Pero la soberbia franquista, enquistada en el ánimo e ideario socialista, impide lograr que las bombas y las balas callen para siempre. Y que no me echen encima que la culpa es sólo de ETA. Cuando uno no quiere, dos no pelean. Y el PSOE prefiere que los sueldos de los vigilantes y escoltas privados (donde tienen gran influencia) sigan creciendo.
           
Tú no has suspendido nada, Zapatero, excepto tu mejor ocasión para demostrar que eras más honesto e inteligente que Felipe González,  lo cual no era, por otra parte nada complicado. Pero has suspendido, Zapatero. Te otorgamos un cero patatero, Zapatero, un cate mayúsculo que tal vez te enseñe que desde el poder hay que ejercer la política, dejarse de estupideces y monsergas moralistas, propias de quien tiene por libro de cabecera las obras de José Antonio Primo de Rivera, y enfrentarse con coraje y valentía a un proceso de paz.
           
¿Hasta cuando tendremos que soportar tanta imbecilidad, tanta hipocresía, tanta inutilidad, tanta estulticia?


LA DEONTOLOGÍA PERIODÍSTICA SE HA METIDO PUTA EN ESPAÑA

LA DEONTOLOGÍA PERIODÍSTICA SE HA METIDO PUTA EN ESPAÑA

“España es una deformación grotesca de la civilización europea” .

(Ramón María del Valle Inclán)

España, esa tierra donde conviven juntos y revueltos catalanes, vascos, gallegos, andaluces, castellanos y demás, es hoy un país virtualmente desintegrado en el que, tras cuarenta años de sangrienta dictadura y veintisiete de cachondeo democrático, los franquistas siguen mandando y repartiendo su venganza, coronada en un descendiente de los Borbones, cuya presencia es un insulto perenne a las gentes que creen realmente en el valor de un sistema en el que sea el pueblo quien ordene y mande.

Eso que llaman España no es hoy sino un territorio en el que el ciudadano de a pie no está libre de toda sospecha, sino que más bien camina cabizbajo cuando divisa a un agente del desorden, siempre dispuesto a ejercer democráticamente su derecho a repartir hostias e insultos a cualquier ser humano que le parezca sospechoso. Y para ello, rinden pleitesía a quienes utilizan el poder político y judicial para defender la parcialidad, la democracia vigilada, el poder del dinero, la impunidad de los banqueros, estafadores y corruptos de todo tipo. Son los que utilizan los medios de comunicación para insultar a la inteligencia, denigrando a otras naciones en las que afortunadamente la prensa, la radio y la televisión públicas, combaten contra esa pléyade de millonarios que dominan cadenas y diarios, emisoras y páginas web tratando de imponer una verdad defendida desde la riqueza personal.

Son los mismos que aplaudían en la Plaza de Oriente, solo que ahora militan en partidos políticos de corte liberal, como el PP o el PSOE. Se les llena la boca de palabras y conceptos cuyo significado está en las antípodas de aquello que pretenden insinuar.

Hablan de democracia y pactan con la dictadura de George Bush. Condenan el terrorismo pero comprenden a Luis Posada Carriles.

Elogian a Zapatero por la aparente valentía ante el llamado proceso de paz, pero al tiempo desean que todo el movimiento de liberación del pueblo vasco se humille y pida perdón, mientras las miles y miles de víctimas del franquismo aguardan la condena de quien los torturó y asesinó impunemente.

Elevan la voz cuando piden respeto a las urnas, pero utilizan todo tipo de términos peyorativos cuando el que gana resulta que no es el que se esperaba, sino un populista de izquierdas, que vigila las cuentas y recorta los impresionantes beneficios de los dueños de todos los bienes del país, cantando “Se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó parar”-

Llaman asesino a Sadam Hussein y sonríen ante la condena a muerte para el ex mandatario iraquí, pero solicitan comprensión para Pinochet, Videla y Bush,

Vigilan de lejos las urnas en México, pero lo hacen con lupa en las de Venezuela. Callan vergonzosamente ante la trampa de Fox y su pandilla de cuatreros, mientras jalean a golpistas como Rosales “El Atila de Zulia”.

La doble moral es lo suyo, El triple y cuádruple rasero es su forma de interpretar la realidad cotidiana. Buenas palabras en Ecuador para Noboa y descalificaciones y sospechas para Correa.

Viajan a Bolivia para defender el derecho empresarial de las multinacionales y enseñan su carné de socialistas, en tanto Evo Morales no entiende cómo un/a militante de esa ideología es capaz de poner a Repsol por encima del pueblo boliviano.

Son esos que Denuncian la situación de supuestos periodistas independientes en Cuba, pero aplauden el cierre de periódicos como Egin y el encarcelamiento de profesionales (Xavier Vinader, Pepe Rei, etc.).

Editan todo tipo de artículos sobre la lacra de la violencia contra la mujer, pero llenan sus páginas, sus pantallas, de anuncios de hombres y mujeres dispuestos a la prostitución como única forma de ganarse la vida.

Se niegan a comparar la situación en Euskadi e Irlanda del Norte, pero son capaces de establecer paralelismos entre Franco y Fidel Castro.

Escriben sobre la violenta radicalidad de las actividades armadas de la resistencia iraqui contra la ocupación yanqui, pero pasan un suave paño literario sobre quienes continúan torturando al pueblo. La resistencia es violenta. La ocupación, no.

Hablan y cacarean sobre la democracia y el respeto a los resultados en las urnas, pero prohíben partidos políticos para que nadie pueda votarles.

Blasonan sobre la libertad de prensa y de los medios de comunicación, pero censuran de forma constante y torticera a quienes desean una verdadera libertad de expresión.

Promocionan a asociaciones como la de las Victimas del Terrorismo, pero silencian el color de los familiares de torturados, asesinados y condenados injustamente. Son los mismos que atacan el derecho al aborto y piden la pena de muerte.

Y a pesar de todo ello, aún hay inocentes ciudadanos que se detienen en un quiosco y dejan un euro para adquirir un periódico “independiente”. Bendito limbo.

Y la deontología, en una esquina, metida a puta porque no hay otra forma de llamar la atención.